Hernán Alvarado, excoordinador de Comisión Organizadora de IV Congreso Universitario.
Su experiencia universitaria data de 1979. De formación profesional en sociología, economía, psicoanálisis y dirección técnica de fútbol, Hernán Alvarado culmina su faceta como coordinador de la comisión organizadora del IV Congreso Universitario de la Universidad Nacional (UNA), tarea que desempeñó con mística y responsabilidad en un terreno de juego carente de “fairplay”, al que supo evadirle sus aguas turbulentas.
Se retira satisfecho por la realización del IV Congreso Universitario, aunque en el fondo muy dolido por el resultado de la primera jornada, hecho que lo llevó a desistir de continuar al frente de la comisión organizadora en la segunda fase del congreso programada para diciembre.
Su decisión de no continuar en la segunda etapa del IV Congreso Universitario, la justifica con una palabra: irrespeto. “Para mí se irrespetó el trabajo de mucha gente y de una comisión que hizo todo lo posible por presentar a la UNA, no el proyecto de Hernán Alvarado, Nuria Méndez, Alvaro Mora o Alejandro Gutiérrez, sino uno que escuchara a mucha gente; pero el plenario ni siquiera la discutió y mediante un ardid metodológico y reglamentario se cambió el objeto, el objetivo y el carácter del Congreso”. Con eso nadie ganó, todos perdimos.
Ya al margen de la organización del congreso, Alvarado se muestra pesimista y pronostica que esta vez tampoco habrá reforma estatutaria, porque el riesgo de la lucha de poder irá en aumento: “Ojalá me equivoque”.
Está convencido de que “lo que necesita esta universidad más que una reforma estatutaria, es una reforma de cultura institucional. Lo que debemos hacer para recuperar esta alma mater es de fondo. Por mucho que se quiera la institución y el congreso, nadie se libera de atender su propia conciencia y si para mí se irrespetó el trabajo realizado y el derecho de los convocados, no puedo seguir en esto”.
Sin embargo, reconoció que el Congreso en sí fue maravilloso porque, como siempre, surgió de la voluntad de muchas personas, de esas que aportan sin pedir nada a cambio.