Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

“Guerras silenciosas” dejan su estela de dolor en el mundo

La histórica foto del apretón de manos entre el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, con el auspicio de Donald Trump, sellando un acuerdo de paz que pone fin a décadas de conflictos entre ambos países, refleja ese “otro mundo” de guerras, muchas de ellas intraestatales, con poca difusión mediática, pero que dejan una secuela de terror con muertes, desapariciones y desplazados.

Son “guerras silenciosas”, que pasan al margen de los conflictos Ucrania-Rusia e Israel en Gaza, pero que de igual manera generan incertidumbre, inestabilidad global y, sobre todo, un drama humanitario. Junto con el académico Luis Diego Segura, de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), desgranamos tres conflictos actuales y su vinculación con intereses externos y geopolíticos.

1.     Sudán: la lucha de dos bandos militares

Aunque arrastra décadas de conflicto militar que conllevó a la división entre Sudán (de mayoría árabe musulmán) y Sudán del Sur (cristianos), Sudán es un país africano de 1.886 millones de kilómetros cuadrados, que recrudeció su conflicto interno desde abril de 2023.

Luego del levantamiento de diversas facciones por el conflicto en la región del Darfur, el gobierno militar de Omar-al Bashir creó unas fuerzas especiales llamadas Fuerzas de Apoyo Rápido (RFS) a las cuales se les ha endilgado la comisión de atrocidades humanitarias en la persecución de grupos étnicos opositores al régimen. 

El conflicto escaló a tal magnitud que en abril de 2023 la población civil derrocó al gobierno militar de al Bashir. “Se trata entonces de implementar una transición civil del poder a partir de ese momento. Se crea un gobierno con alguna representación militar, pero finalmente, los dos generales, el del ejército oficial y el de las fuerzas de soporte, chocan y generan un conflicto”, explicó Luis Diego Segura.

Se trata de Abdel Fattah al Burhan, por parte del ejército, y de Mohamed Hamdan, de la RFS, anteriormente aliados a al Bashir, pero que, tras su caída, lucharon entre sí de una manera intestina por asumir el control territorial. El conflicto ha generado una decadente situación política y social en el país, que ha dejado a más de 30 millones de personas en la hambruna y de 12 millones de desplazados internos. 

Esta situación compromete la estabilidad de sus países vecinos, como es el caso de Chad, que aún con sus propios conflictos internos, mantiene un campo de refugiados con más de 800 mil personas provenientes de Sudán, o del propio Sudán del Sur, que ha puesto en peligro el frágil proceso de paz tras su independencia en el 2011.

2.     Myanmar: retroceso democrático

La crisis militar y política data de 1948, en una nación que representa una multiplicidad de etnicidades: hasta 135 según los recuentos oficiales, agrupados en ocho razas oficiales. Destaca el grupo étnico de los Rohinyá, sobre los cuales se ha producido una persecución calificada como genocida, lo que les ha conferido ser llamados la minoría racial más perseguida del mundo.

Segura detalló que los Rohinyá son una población del sudeste asiático de descendencia musulmana y un gran porcentaje de esta población ha tenido que ser refugiada en diferentes países. Dicha persecución se redujo durante la presidencia de Aung San Suu Kyi, quien lideró un gobierno civil y democrático hasta que fue derrocada y apresada por una Junta Militar en el 2021.

El ascenso al poder del general Min Aaung Hlaing hace retroceder a Myanmar seis años atrás con una represión civil absoluta. Movimientos de resistencia comenzaron a aflorar en distintas ciudades como ejércitos en pequeña escala hasta crear un frente común que ha sido capaz de coordinar y gestar ataques masivos contra la Junta Militar en diversas regiones.

“Hoy el Gobierno de Myanmar controla la capital (Naypidó) y otras ciudades importantes, pero ha perdido el control de diferentes provincias, incluso algunas colindantes con China, Bangladesh o Vietnam. Actualmente se habla de más de tres millones de desplazados y de 18 millones de personas que necesitan asistencia alimentaria, en un país donde se obliga a sus ciudadanos a enlistarse en el ejército”, manifestó Segura.

La situación ha escalado al punto de que la Corte Penal Internacional (CPI) ha girado una orden de arresto en contra de Hlaing por crímenes de lesa humanidad, principalmente contra la población Rohinyá.

3.     República Democrática del Congo: Intereses económicos y corrupción

Las épocas del poscolonialismo no necesariamente reflejan paz y estabilidad en las naciones incipientes. Esa es la historia de esta nación africana, excolonia que se independizó de la corona belga apenas en 1960. 

La República Democrática del Congo (RDC) vivió episodios de desagregación poblacional por su etnia, color de piel, idioma y territorio, desembocando en graves luchas internas. Su historia reciente, además, se ha visto marcada por el conflicto que en la década de los noventa tuvo lugar en Ruanda, con el conflicto civil entre el grupo extremista hutu y la minoría tutsi, que generó la muerte de 800 mil personas en cuestión de 100 días.

Hoy el gobierno de Ruanda es de mayoría tutsi y con una tendencia hacia la autocracia y el autoritarismo, y ha reconocido en su vecina RDC a un país rico en minerales y tierras raras, que son motivo de interés mundial por tratar de acapararlos, al ser materia prima para la elaboración de productos tecnológicos y nucleares.

Es en ese contexto donde nace la agrupación armada M23. “Entonces, los tutsis de Ruanda han venido ejerciendo una influencia mayor, dándole recursos a la M23 para que tome el control de las ciudades cercanas a la frontera. La República Democrática del Congo, cuyo gobierno se ha visto marcado por la corrupción y la división racial, ha denunciado el interés de su vecino por utilizar a la M23 y ahí es donde se han generado los conflictos”, indicó Segura.

Se calcula que en la RDC coexisten hasta 120 grupos armados, todos con intereses económicos por la vasta riqueza de minerales como el cobalto, por el control territorial y la segregación racial que ha generado el desplazamiento de hasta 7 millones de personas, y el recrudecimiento de enfermedades como el cólera y la fiebre símica.

En suma, los casos de Sudán, Myanmar y la RDC, sumados a otros focos de conflicto como en Libia, Yemen, los países del cinturón del Sahel y Haití reflejan el agravamiento del estado político y social que genera miles de muertes por esas guerras silenciosas o de las que muy poco se habla.

Breves

Noviembre 20, 2024

¡Celebremos con arte!

Octubre 15, 2024

Pongámosle a su Pyme

Octubre 08, 2024

Sello de éxito

Septiembre 25, 2024

Premios desde Austria

Febrero 28, 2024

Campamento exitoso

Febrero 15, 2024

¡Son bienvenidos!