Con la conferencia “El contexto histórico-social del quehacer investigativo de la educación”, el intelectual y político Álvaro Montero Mejía abrió el “II Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire”, que hace un llamado a atender el contexto a la hora de investigar y tomar decisiones en el campo educativo.
“Sentimos que la educación costarricense no responde a nuestras necesidades porque ignora nuestro contexto”, señala el filósofo y pedagogo Jacinto Ordóñez, uno de los organizadores del “Segundo Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire”, que se celebrará del 28 al 30 de octubre en el campus Omar Dengo de la Universidad Nacional (UNA).
Como representante de “la voz del contexto” presentó Ordóñez al intelectual y político Álvaro Montero Mejía, quien impartió la conferencia inaugural del evento sobre el tema “El contexto histórico-social del quehacer investigativo de la educación”. Para el conferencista, no existe la educación separada de las transformaciones del mundo actual y, en ese sentido, abogó por promover el pensamiento crítico o “revolucionario”, no solo como un mecanismo docente, sino como una concepción “insertada en nuestras neuronas”, que penetre en las causas de los fenómenos actuales, los juegos de intereses alrededor de éstos, para ir más allá hacia la formulación de conclusiones y la toma de decisiones. Este proceso –recalcó- es ajeno a la educación tradicional.
Precisamente hacer un llamado de atención sobre la necesidad de atender el contexto social, económico y político del momento como condición para toda investigación es uno de los objetivos de este “II Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire”.
¿Y por qué estudiar el aporte de estos dos pensadores? Porque ambos –en distintas épocas- partieron de sus contextos, de la práctica educativa, para hacer sus propuestas pedagógicas. Simón Rodríguez, maestro del libertador Simón Bolívar, propuso centrar la educación alrededor de la lucha liberadora, en contraposición a la educación colonial. Por su parte, Freire propone, en la segunda mitad del siglo XX, su “pedagogía del oprimido”, a partir del estudio de la práctica educativa en su natal Brasil.
El Segundo Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire es organizado por el proyecto de investigación “Perfiles Dinámicas y Desafíos de la Educación Costarricense” del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE- UNA), en coordinación con el Instituto de Investigaciones en Educación de la UCR, la UNED y el Centro de Estudios Freirianos.
Como representante de “la voz del contexto” presentó Ordóñez al intelectual y político Álvaro Montero Mejía, quien impartió la conferencia inaugural del evento sobre el tema “El contexto histórico-social del quehacer investigativo de la educación”. Para el conferencista, no existe la educación separada de las transformaciones del mundo actual y, en ese sentido, abogó por promover el pensamiento crítico o “revolucionario”, no solo como un mecanismo docente, sino como una concepción “insertada en nuestras neuronas”, que penetre en las causas de los fenómenos actuales, los juegos de intereses alrededor de éstos, para ir más allá hacia la formulación de conclusiones y la toma de decisiones. Este proceso –recalcó- es ajeno a la educación tradicional.
Precisamente hacer un llamado de atención sobre la necesidad de atender el contexto social, económico y político del momento como condición para toda investigación es uno de los objetivos de este “II Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire”.
¿Y por qué estudiar el aporte de estos dos pensadores? Porque ambos –en distintas épocas- partieron de sus contextos, de la práctica educativa, para hacer sus propuestas pedagógicas. Simón Rodríguez, maestro del libertador Simón Bolívar, propuso centrar la educación alrededor de la lucha liberadora, en contraposición a la educación colonial. Por su parte, Freire propone, en la segunda mitad del siglo XX, su “pedagogía del oprimido”, a partir del estudio de la práctica educativa en su natal Brasil.
El Segundo Encuentro Internacional de Investigación Educativa. El aporte de Simón Rodríguez y Paulo Freire es organizado por el proyecto de investigación “Perfiles Dinámicas y Desafíos de la Educación Costarricense” del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE- UNA), en coordinación con el Instituto de Investigaciones en Educación de la UCR, la UNED y el Centro de Estudios Freirianos.