La iniciativa de la Nueva Franja y Ruta de la Seda pretende consolidar el desarrollo interconectado China-Latinoamérica, según expuso el embajador de la República Popular de China Tan Heng, en conferencia organizada por la Vicerrectoría de Investigación.
En setiembre de 2013 el Presidente chino Xi Jinping hablaba por primera vez de la Franja económica de la Ruta de la Seda, y un mes después, proponía la construcción conjunta de una nueva ruta de la sede marítima para el siglo XXI.
Estas iniciativas la Franja y la Ruta buscan consolidar una plataforma de cooperación internacional donde los intereses y la responsabilidad sean compartidas, se coordinen las políticas, la conexión de infraestructuras, fluidez del comercio, integración financiera y compresión mutua entre los pueblos.
El pasado 20 de marzo, la Vicerrectoría de Investigación organizó en el auditorio Clodomiro Picado la conferencia La iniciativa de la Nueva Franja y Ruta de la Seda: desarrollo Interconectado China- Latinoamérica, a cargo del Embajador de la República Popular de China Tan Heng.
“Desde el siglo XVI, la Nao de China (El galeón de Manila), partió de Fujian, China vía Manila, Filipinas, hasta cruzar el Pacífico para llegar a Acapulco, México. A través de esta ruta, se efectuó el trueque de la seda, la porcelana y las especies de Oriente con el maíz, la patata y el pimiento de América, acercando a estas dos grandes civilizaciones. En los últimos años, las relaciones sino-latinoamericanas vienen avanzando a pasos seguros, lo cual proporciona la tierra fértil para el desarrollo de la iniciativa en América Latina y el Caribe”, explicó Heng.
De acuerdo con el embajador, las relaciones entre China y América Latina y el Caribe se fortalecieron con la participación activa de China en los megaproyectos que se desarrollan en la zona, los cuales responden a las necesidades que se tienen para superar cuellos de botella en la ruta del desarrollo, aumentando la competitividad económica y el bienestar social de cada uno de los países.
Heng mencionó ciertos aspectos sobre la iniciativa de la ruta, como lo son la fundación del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura en 2014, el cual cuenta con 84 países miembros y proporciona apoyo financiero para la construcción. También destacó que entre 2014 y 2017 el volumen comercial entre China y los países a lo largo de la franja y ruta es de más de 4 billones de dólares, donde se han realizado inversiones de 60 mil millones de dólares.
En mayo de 2017, en el I foro de la Franja y la Ruta para la cooperación, realizado en Beijing, el cual contó con la participación de más de 140 delegados de los países, el presidente de China anunció 100 mil millones de yuanes para el fondo de la Ruta e indicó que el Banco Nacional de Desarrollo y el Banco de Exportación e Importación de China ofrecerán créditos de 250 mil millones de yuanes. “La franja y la ruta tienen bases sólidas y la iniciativa tiene condiciones maduras para el desarrollo de Latinoamérica”, dijo el Embajador Heng.
Impulso local
Debido a su posición geográfica y abundantes recursos naturales, Costa Rica tiene una posición importante en América Latina. Es el primer país en Centroamérica en establecer relaciones diplomáticas con China en el siglo XXI, y es la única asociación estratégica que tiene en el istmo. Para Heng, existen cinco puntos que serían propulsores de las cooperaciones de la Franja y la Ruta con el fin de beneficiar mejor a los dos países y sus pueblos: coordinación de políticas, conexión de infraestructuras, fluidez del comercio, integración financiera y la compresión mutua entre los pueblos.
“La embajada de China en Costa Rica está dispuesta a esforzarse junto con todos los sectores sociales costarricenses y aprovechar la nuevas oportunidades de la Franja y la Ruta para promover que las cooperaciones sino-costarricenses avancen a grandes pasos con el impulso de la tendencia. De esta forma podemos beneficiar a ambos pueblos y añadir más fuerza para forjar la comunidad de destino China–América Latina y Caribe”, puntualizó Heng.
Desde la Universidad Nacional (UNA), el Rector Alberto Salom, mencionó el compromiso de Costa Rica en cuanto a sostenibilidad y sustentabilidad en el desarrollo; visión muy necesaria, según él, para que todos los pueblos puedan vivir en equidad.
Asimismo, según Salom, la relación entre la UNA y la Embajada de China, se ha caracterizado por crear puentes de intercambio cultural, académico y científico. “Cada año estudiantes de la UNA viajan bajo el programa de becas oficiales del gobierno chino a estudiar mandarín, así como carreras de grado y posgrado. Las oportunidades que ofrece China para compartir con el mundo y Latinoamérica son profusas. De ahí que la ruta virtual que cubre nuestra región nos entusiasma a recorrer sendas que estimulen la generación de conocimiento, el intercambio científico y tecnológico, la cooperación y el crecimiento mutuo”, dijo Salom.
Foto: Eliécer Berrocal