Acceso a las zonas verdes, servicios básicos, el entorno de su barrio y el transporte público, fueron las variables utilizadas para determinar la amigabilidad de la ciudad con los adultos mayores.
¿La población de adultos mayores crece considerablemente, son las ciudades amigables para atender esta población? Marvin Alfaro, académico de la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (ECG-UNA) realizó un estudio para determinar la amigabilidad de la ciudad de Heredia basado en cuatro variables: calidad de los barrios, acceso a las áreas verdes, acceso a servicios básicos y acceso a la ciudad utilizando el transporte público.
Dentro de los indicadores se toman aspectos como el ruido, tránsito vehicular, semáforos, sitios de descanso, de refugio cruces peatonales, calidad de aceras y seguridad, funcionalidad del transporte público, parada de bus más cercana, calidad de la misma, la calidad de las rutas a las paradas de buses, calidad de las áreas verdes más cercanas, calidad de las rutas hacia las áreas verdes y la distancia, así como la distancias hacia la venta de abarrotes más cercana, hacia el centro de salud, farmacia, instituciones educativas, bancos y la calidad de las rutas a los servicios.
“La cuantificación de la amigabilidad de las ciudades con los ancianos se obtuvo con una sumatoria de los puntos recibidos por cada indicador. La asignación de puntos es relativa a la importancia que tiene cada indicador en la definición de la amigabilidad de las ciudades con los adultos mayores. La calidad de las aceras, por ejemplo, es un indicador muy importante (5 puntos), porque la seguridad al caminar y las consecuencias de una caída, son las principales preocupaciones de los adultos mayores cuando salen de sus casas. Un indicador como el ruido tiene un peso menor (3 puntos), porque ya existen leyes para regularlo. La clasificación de la amigabilidad se mide por puntos en 5 distintas categorías: Muy baja (35-65), Baja (65-95), Media (95 -125), Alta (125-155) y Muy alta (155-185)”, explicó el investigador.
El principal resultado de esta investigación, según Alfaro, es que la amigabilidad de la ciudad de Heredia con los ancianos solo presenta dos categorías de las cinco posibles. Media, que se encuentra en el 42.63% de su territorio y baja que se encuentra en el 57.37% y que no hay áreas con una alta o muy alta amigabilidad, aunque tampoco hay con muy baja amigabilidad con los adultos mayores.
“La amigabilidad media tiene un comportamiento casi concéntrico, aunque orientándose hacia al oeste de la ciudad; es decir, en barrios como Fátima, Corazón de Jesús, Barrio Chico, Estadio y Hospital. Resalta en general, la ausencia de sitios de descanso, de refugio y de baños públicos, que son facilidades urbanas necesarias para que esta población se encuentre cómoda cuando sale de sus casas, y si se descompone la amigabilidad obtenida en sus diferentes componentes se observa que de las cuatro variables utilizadas, la que presenta los más bajos valores y que reduce la amigabilidad de la ciudad de Heredia con los adultos mayores es el acceso a áreas verdes, las otras tres variables tienen una amigabilidad media, que puede ser entendida apenas como aceptable”.
El estudio también determina que el acceso a las áreas verdes es alto en el centro de la ciudad, pero es bajo fuera de él, y es especialmente bajo en barrio de Fátima, Rancho Chico, San Vicente y Lourdes. “El 41% de los puntos de muestreo no tienen un área verde a menos de 500 metros de distancia, lo cual quiere decir que el 41% de los adultos mayores debería caminar más de 500 metros para llegar a un lugar donde pueden tener algún contacto con la naturaleza, incluso hay sitios donde el área verde más cercana está a más 1.3 kilómetros, lo que es inaceptable por la poca capacidad para caminar de esta población”.
La amigabilidad media de los barrios con los adultos mayores tiene que ver con el comportamiento de algunos indicadores como el de ruido, donde todos los puntos muestreados tienen valores superiores a 55 decibeles, este problema ambiental es notoriamente alto en oriente en las cercanías de la Universidad Nacional, Fátima, las inmediaciones del Estadio Eladio Rosabal Cordero y en el sector al costado norte del antiguo Hospital San Vicente de Paul.
Otro indicador que baja el nivel de amigabilidad de los barrios, según la investigación de Alfaro, es el flujo vehicular. “En el extremo oriental de la ciudad de Heredia, desde La Puebla y San Fernando, pasando por Pirro y Oriente y hasta el Corazón de Jesús, se puede apreciar un alto flujo de vehículos, alcanzando valores de hasta casi 60 vehículos por minuto, lo cual es muy denso para peatones adultos mayores, lo mismo se puede apreciar en el extremo occidental de la ciudad, en las cercanías del antiguo hospital, donde el flujo de vehículos es menos denso (alrededor de 35 por minuto), pero aun con un movimiento vehicular que sobrepasa la capacidad de asimilación y de manejo de estas personas”.
Finalmente, aunque la variable de acceso a la ciudad mediante la utilización del transporte público presenta en promedio un valor aceptable (medio), las diferencias geográficas en la ciudad de Heredia son significativas. Esta variable tiene un comportamiento casi concéntrico, con valores muy altos en el centro de la ciudad, pero valores muy bajos en sus periferias, donde el servicio de transporte público es hasta un tercio más deficiente que en las zonas centrales.
Con especto al acceso a los servicios, el valor es también medio. “El sector oeste de la ciudad presenta valores altos de amigabilidad, mientras que el extremo oriental muestra valores bajos. Uno de los indicadores que explica esta diferencia es el acceso a los servicios de salud pública. Todos los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud (EBAIS), se concentran en un solo edificio ubicado en el sector occidental de la ciudad, haciendo que las distancias para accederlos sean considerablemente altos desde casi cualquier otro sitio de la ciudad. La distancia promedio para llegar a los EBAIS de la ciudad de Heredia es de 1003.5 metros (con valores superiores a los 2200 metros), distancia que excede las ya analizadas distancias óptimas de caminata de esta población”.
Para el investigador, el mapa resultante de la aplicación de la metodología aplicada en este estudio es un instrumento que puede ayudar en la toma de decisiones, especialmente en lo referente a la planificación de la ciudad, ya que muestra las áreas donde es necesario incrementar las inversiones públicas y/o privadas y en su desarrollo se identifica, igualmente, cuáles son las carencias o los elementos que producen áreas de baja amigabilidad con el adulto mayor.