Un equipo capaz de medir cada segundo el nivel de los gases azufrados emanados por el volcán Poás, contribuirá con los guardaparques para determinar si es recomendable que los visitantes puedan estar o no, en el mirador del cráter del coloso, incluso en los alrededores del parque nacional. Se trata de dos pequeños dispositivos similares a un escáner portátil que medirán el dióxido de azufre (SO2) y el sulfuro de hidrógeno (H2S) valorados en $1000.
La entrega de estos medidores la hizo el Laboratorio de Química de la Atmósfera de la Universidad Nacional (Laqat-UNA), en el marco de lanzamiento de tres vídeos informativos sobre aspectos de interés del volcán Poás para los turistas.
José Pablo Sibaja, director del Laboratorio de Química de la Atmósfera de la UNA (Laqat-UNA), explicó que en el momento que los gases ambientales azufrados incrementen su nivel, los aparatos emitirán tres señales de alerta, las cuales, de acuerdo con las guías de medición, permitirá al personal del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC), tener un criterio técnico para decidir si retrasan o suspenden la visita al mirador del cráter y así garantizar una visita segura.
Catalina Quesada, guardaparques responsable del plan ambiental y emergencias en el volcán Poás, aseveró que con los medidores de gases ambientales azufrados facilitados por Laqat-UNA, las decisiones de cierre o restricción de ingreso de los visitantes serán más efectivas y apegadas a la normativa vigente, en virtud de que en la actualidad la ley exige emitir un criterio técnico antes de adoptar cualquier medida y estos equipos garantizan esto. “No es una ocurrencia del guardaparques suspender o no la visitación turística; el equipo nos brinda la información precisa para actuar en tiempo real y acorde con las condiciones meteorológicas”, resaltó la guardaparques.
- Dióxido de azufre (SO2): Es uno de los gases más liberado durante erupciones volcánicas (después de agua y dióxido carbónico). Resulta preocupante a escala global, debido a su potencial influencia en el clima y a escala global el SO2 es peligroso para los humanos en su forma gaseosa y también porque se oxida formando sulfato aerosol. La sobre exposición en el corto tiempo causa inflamación e irritación, provocando ardor en los ojos, tos, dificultades respiratorias y sensación de tensión en el pecho. Las personas asmáticas son especialmente sensibles al SO2.
- Sulfuro de Hidrógeno (H2S): Es un gas tóxico con fuerte olor a “huevos podridos”, inflamable y explosivo en el aire. Al contacto con las personas resulta irritante para los pulmones. En bajas concentraciones irrita los ojos y el tracto respiratorio. La exposición puede producir dolor de cabeza, fatiga, mareos, andar tambaleante y diarrea, seguido algunas veces por bronquitis y bronconeumonía.