Levantaban la mano y hablaban en representación de China, de Estados Unidos, de Colombia, de Costa Rica… No estaban sentados en una silla de la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, pero sí estaban en el auditorio Clodomiro Picado Twight de la Universidad Nacional (UNA).
Eran 76 estudiantes del colegio Valley Forge, quienes participaron en el Modelo de la ONU que implementó el estudiante de la Maestría en Estudios Latinoamericanos, Jonathan Cordero, con el apoyo del Instituto de Estudios Latinoamericanos (Idela).
“Nos unimos con Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados) para generar una propuesta de un modelo de la ONU enfocado precisamente en el tema de los refugiados. La idea es hacer una pedagogía crítica y disruptiva que le brinde al estudiantado herramientas novedosas para poder enfrentarse a la sociedad y a las problemáticas actuales”, explicó Jonathan Cordero, egresado de la UNA.
Los propios estudiantes, representantes de 54 delegaciones internacionales, hacían intervenciones y propuestas ante la Plenaria, solicitando ayuda y cooperación humanitaria para países como Burundi y Tanzania, así como asistencia a países receptores de poblaciones migrantes, como ocurre en naciones como España y Portugal.
“Esa visión humanista, que me enseñó la Universidad, pensé en llevarla a la parte educativa con este tipo de modelos, donde las muchachas y los muchachos han realizado propuestas creativas, que han ido desde la creación de refugios para niños migrantes, hasta el apoyo que deben recibir mujeres o colectivos LGTBI que deben abandonar sus países”, aseguró Cordero.
Desde la Acnur se promueven este tipo de modelos en todo el mundo. Las propuestas generadas se estarán enviando a la sede de la agencia, en Ginebra, Suiza, como una forma de integrar los aportes que realiza la población joven hacia problemas de carácter global.