Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Criterios


Medir el progreso: indicadores y estrategias para el avance de la investigación en la FCEN-UNA

Por: Ángel Herrera Ulloa

Escuela de Ciencias Biológicas

 Desde 1973, la Universidad Nacional (UNA) ha perseguido la excelencia, ha procurado atraer a estudiantes de las regiones más remotas y ha creado un ambiente académico positivo e inclusivo, a pesar de las limitaciones presupuestarias. La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) ha evolucionado con el paso de las décadas, lo cual se evidenciado con la creación de nuevas carreras y el aumento en la matrícula, al menos hasta 2016. Esto ha permitido una expansión geográfica hacia los territorios.

En el ámbito de la investigación, hemos avanzado y madurado. Aunque muchas veces trabajamos en condiciones difíciles, se asigna tiempo laboral y apoyos para nuestras investigaciones. La evolución depende, en gran parte, de la retroalimentación y comparación con otras instituciones, preferentemente internacionales. Para evaluar nuestro desempeño, utilizamos indicadores en categorías como producción científica, impacto, excelencia, formación, cooperación e internacionalización. Por ejemplo, en producción e impacto, podemos considerar artículos en revistas indexadas, cantidad de publicaciones recientes, libros y ponencias, entre otros. 

Es fundamental no solo medir la producción, sino también su relevancia continua. No tiene sentido producir abundantemente en los años 90 si la vigencia se pierde con el tiempo; situaciones similares revelarían problemas de planificación. Aunque existen críticas al sistema internacional de evaluación, incluyendo los costos de publicar en revistas de alto impacto (Q1), es imperativo seguir participando en este sistema para evitar investigaciones aisladas. La FCEN se enorgullece de contar con UNICIENCIA y Revista de Ciencias Marinas y Costeras; sus editores las han llevado a las mejores bases de datos.

Para formular políticas de investigación a corto y mediano plazo en la FCEN, se recopilaron datos utilizando el software libre Publish or Perish (POP), el cual permite analizar publicaciones y citaciones, incluyendo tanto al profesorado activo como al retirado. La información se extrajo de Google Académico y se procesó en Excel para facilitar su manejo y un análisis más riguroso que considere aspectos como evitar duplicaciones por publicaciones en varios idiomas y eliminar revistas no indexadas.

Los resultados, representados en la Figura 1, muestran que en el siglo XXI, la producción científica ha aumentado más de un 3,000%, gracias a los esfuerzos de académicos que han formado a sus sucesores. Desde el año 2000, las citaciones han crecido exponencialmente en un 1,692%, con un pico notable en 2017. La caída posterior, en 2020, se puede atribuir al tiempo necesario para que las publicaciones adquieran impacto, ya que inicialmente una publicación puede no recibir citaciones, pero con el tiempo, su relevancia crece a medida que es leída y citada por otros. 

 

Figura 1: publicaciones y citaciones en la FCEN de 1981 al 2024. (Fuente: elaboración propia)

Podemos desglosar el comportamiento de las publicaciones y citaciones por cada unidad, lo que nos permite identificar áreas de mejora. Por ejemplo, sería beneficioso desarrollar y ofrecer más programas de posgrado, incluyendo doctorados, para aumentar el número de estudiantes y fortalecer la producción intelectual. También es crucial mejorar la productividad de las unidades con menor desempeño, optimizando la relación entre investigadores y publicaciones.

Adicionalmente, liberar a los investigadores de tareas administrativas permitiría que se enfoquen en la producción intelectual. Es fundamental mejorar los procesos de proveeduría y el funcionamiento de FUNDAUNA. Aunque implica costos, se debería aumentar el presupuesto destinado a traducción y publicaciones en revistas Q1 y Q2, de manera democrática, para expandir la base de investigadores con publicaciones en inglés. Este enfoque es seguido en muchos países, incluidos México, Chile y Brasil.

El crecimiento académico de la UNA, fruto de los 51 años de existencia, muestra resultados muy optimistas que deben ser monitoreados con cuidado no solo para garantizar que sigan sino que mejoren con el tiempo.