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OMC mantiene en vilo a productores de aguacate

El sector productivo pequeño y mediano de aguacates se encuentra en una encrucijada: por un lado, procura sobrevivir sin la guía de una política pública y, por otro, vive la presión de importadores mexicanos, cuyo mercado se cerró en un 80% por la presencia de una enfermedad en la variedad de aguacate Hass.

Rafael Díaz, académico y especialista en agrocadenas productivas del Centro Internacional de Política Económica de la Universidad Nacional (Cinpe-UNA), explicó que la problemática con el aguacate nacional se desencadenó en mayo del 2015, cuando el Servicio Fitosanitario del Estado de Costa Rica informó al Centro de Notificación e Información de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la OMC que suspendería la importación del aguacate Hass de Australia, Florida, España, Ghana, Guatemala, Israel, México (80% del mercado), Sudáfrica y Venezuela. Lo anterior justificado en que la presencia de la enfermedad Avocado Sunblotch (mancha de sol) Viroid representaría un riesgo para los productores costarricenses. Esta acción implicó que se realizaría un análisis de riesgo para verificar la ausencia de dicha plaga en el territorio costarricense.

Tras esta situación, México decidió, en 2016, elevar el caso ante la OMC, recordó Díaz. Y luego de múltiples negociaciones fallidas, y a solicitud de México, la OMC constituyó, a finales de 2018, un panel de expertos para dilucidar la disputa; aún no se ha pronunciado.

El especialista agregó que con la aplicación de esta medida, el abastecimiento de aguacate mexicano decayó con el consecuente aumento del precio en el mercado interno. “Esto provocó la respuesta del sector importador de aguacates, que incluso llevó a una demanda contra el Estado por la aplicación de dicha medida. El tribunal contencioso dictaminó en contra del Estado en febrero pasado, lo cual fue celebrado por los importadores. Dicho fallo se emitió antes de la resolución del panel de expertos de la OMC, y esto ha sido criticado por los productores, quienes están acciones legales”, detalló.

El consumo nacional alcanzó un máximo de 15 mil toneladas entre 2012 y 2014, para bajar a 12 mil toneladas actualmente. La producción nacional cubre un 40% del consumo y se estima en 800 la cantidad de productores en un área de 1800 has.

México se consolidó en el 2017 como el mayor productor de aguacate con una producción de cerca de 2 millones de toneladas, con una internacionalización que le ha permitido colocar su producto en Estados Unidos, la Unión Europea, Asia y Australia.

Entre Manitos y Maes

México logró en los últimos años un gran desarrollo de la producción de aguacate, al extremo de ser calificado como el oro verde de Michoacán, por el peso de la producción y las exportaciones. En ello jugó un papel importante la cooperación norteamericana para que México superara los requerimientos fitosanitarios e ingresara su producto a los Estados Unidos, y a otros mercados del mundo, donde el consumo del aguacate se ha popularizado. Costa Rica no es la excepción de esta tendencia, con la diferencia de que este producto ya se había introducido, principalmente en la zona de Los Santos, en una estrategia de diversificación productiva.

En el caso costarricense, en el corto plazo los consumidores se han visto afectados por los precios más altos, y los importadores porque aunque pueden importar desde otros orígenes, sí les afecta no hacerlo desde México. Los productores nacionales con la medida han disfrutado de un mercado creciente, que se mantendrá o no dependiendo del resultado del panel de la OMC.

Sin embargo, en el más largo plazo es mucho de lo que Costa Rica Podría perder. Un resultado negativo pondría en riesgo la producción nacional y el pago de los costos de las controversias. Peor aún: se podría perder la posibilidad de desarrollar una política de fomento que es crucial para este sector, pues enfrenta problemas de productividad importantes que podrían implicar el cierre de posibilidades de producción para pequeños productores.

Aguacate a la tica

Díaz aseveró que a raíz de esta situación se han generado una serie debates, en donde los sectores defensores de los tratados de libre comercio y los procesos de liberalización, junto a los importadores, consideran imprudente la medida en el contexto de la imagen de apertura de Costa Rica. También se ha cuestionado la validez técnica de la acción tomada, lo cual está por verse, considerando la rigurosidad técnica del Ministro de Agricultura y Ganadería (MAG) del momento, y la dirección del Servicio Fitosanitario.

Por otra parte, ha quedado de manifiesto que los sectores productivos medianos y pequeños enfrentan grandes barreras técnicas y de imagen ante la opinión pública creada por algunos medios de comunicación, al tratar el tema en forma amarillista, y etiquetar la legítima defensa comercial, como proteccionismo y este proceso es muy oneroso para el país.

En general —agregó Díaz— los productores agrícolas pequeños y medianos no son prioridad de importantes foros de influencia política, que creen en la magia de los mercados para el desarrollo productivo. Es importante rescatar que la competitividad se construye con políticas, y eso hoy en día parece un pecado, como lo demuestra la reacción de algunos frente al plan de fomento del aguacate.

Concluyó que, junto a esto, el sector productivo y los diseñadores de política pública, deben considerar que los estímulos provenientes de las políticas deben ser temporales y con compromisos verificables para, de esa forma, apuntar a temas clave como la asistencia técnica, investigación y promoción de innovaciones, mediante la acumulación e incorporación de conocimiento.

Foto: Juana Barrantes Quirós