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Archivo de la noticia: Abril 2009


Microcuencas urbanas necesitan restauración

 

La Dirección de Extensión, la Escuela de Biología y la Escuela de Ciencias Geográficas organizaron el simposio “Cuencas urbanas: problemáticas y repercusiones” con el objetivo de hacer conciencia sobre la importancia de la protección de cuencas no solo en las áreas protegidas o de reserva sino también en las urbanas.



 

La académica Marilyn Romero, de la Escuela de Ciencias Geográficas, coordina la elaboración de una propuesta participativa de restauración y rehabilitación del ecosistema riberiano de la zona de protección del río Pirro.

En esta zona no hay nacientes peros sí una gran cantidad de manantiales. La microcuenca recorre los cantones de San Rafael, San Pablo y Heredia, es decir, debe ser tomada en cuenta dentro de tres planes reguladores distintos.

De acuerdo con la académica, el 70% del territorio está urbanizado, 18% se dedica al cultivo del café, 6% a pastos y 6% a bosque.

“Uno de los principales problemas es la contaminación del recurso hídrico debido a los vertidos líquidos domiciliarios y comerciales, y la contaminación por materia fecal, Heredia cuenta con una red de cloacas pero se desconoce el manejo final del desecho”, indicó Romero.

Según Romero, esta es una zona que en todos los planos está catalogada como zona urbana de alta densidad, sin embargo, no se cumple los 10 metros de protección a lo largo del cauce.
La académica destaca que la medida más urgente, es el ordenamiento territorial, “se deben hacer planes reguladores que respetan los 10 metros de protección, si hay que reubicar habitantes, se deben hacer los estudios para hacerlo paulatinamente”.

Un programa de educación ambiental enfocado al manejo de desechos sólidos, un mejoramiento en el diseño del alcantarillado, la estabilización de taludes en algunos sitios y un programa de reforestación con especies adecuadas para la zona, podrían ser las características determinantes de un plan de restauración y rehabilitación.
Otro caso es el de la microcuenca del río Burío y Quebrada Seca, que es de 18 kilómetros de distancia, tienen un cambio actitudinal de 600 metros sobre el nivel del mar, lo hace que la corriente sea muy rápida y provoque desbordamientos en las zonas bajas.

 “Este no es solo un problema ambiental, también es social y de ordenamiento. En las inundaciones de 2007 tuvimos 1500 damnificados, daños en puentes, 207 casas con daños parciales, daños en el alcantarillado y los cultivos, esto es so lo una muestra del daño que puede provocar la falta de planificación”, comentó Vivian Solano, de la Empresa de Servicios Públicos de Heredia y la Comisión Interinstitucional de Microcuencas de Heredia.

Los siguientes son los elementos que, de acuerdo a Viviana Solano, de la Empresa de Servicios Pública de Heredia (ESPH) son necesarios para el manejo de las cuencas urbana: planificación urbana con enfoque de cuenca, datos reales de la capacidad de carga de las cuencas, mayor regulación en los permisos urbanísticos y aplicación de legislación ambiental y urbana, menor injerencia política en las decisiones técnicas, adoptar e implementar tecnologías limpias, sistemas de tratamiento de aguas residuales, y enfoque preventivo para atención de desastres naturales.