El nuevo decano de la Sede Chorotega, Víctor Julio Baltodano, comentó que la presente gestión se centrará en una acción más sustantiva, mejor docencia y atención al estudiante.
Con gran expectativa, la comunidad universitaria de la Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA), inició un nuevo quinquenio de labores, en esta ocasión bajo la dirección de Víctor Julio Baltodano, en el cargo de decano, y Doriam Chavarría, como vicedecana.
La presente gestión, adelantó Baltodano, se centrará en una acción más sustantiva, que involucre mayor capacitación al docente y atención al estudiante, en particular a quienes ingresen con ciertas desventajas pero aspira a incorporarse a la sociedad convertidos en profesionales de alta calidad con formación humanista.
“Impulsaremos proyectos de investigación que generen capacidades para que las personas tengan sus propias empresas, generar proyetos de extensión para que colaboren con las poblaciones vulnerables, así como fortalecer el sistema de becas para contribuir con el bienestar de los estudiantes y ser una universidad más inclusiva, tanto en el Campus de Liberia como el de Nicoya”.
Enfatizó que los proyectos de investigación y extensión deben tener un mayor impacto y de ser posible estar sometidos a una evaluación que mida ese impacto. “Esta sede universitaria tiene mucho para brindar una mejor calidad de vida de las personas que habitan región, por medio de lo que esté al alcance de la universidad”.
Hacia la internacionalización
Batodano comentó que para este periodo se cuenta con un plan académico que visualiza a la Sede Regonal Chorotega de la UNA como una institución líder en la región tocando temas estratégicos, por parte de comunidades epistémicas y cuerpos académicos, en donde se pueda tener injerencia en las políticas públicas; de ahí que se fortalezca y se convierta en actor importante para la sociedad y la internacionalización.
Agregó que se pretende fortalecer el intercambio estudiatil y de los académicos, de manera que puedan realizar sus pasantías y de igual forma buscar la posibilidad de impartir algunas carreras conjuntas a nivel latinoamericano. Al mismo tiempo, apostar por el liderazgo del turismo de la zona y sector centroamericano, ya que la educación del área turística en el itsmo no es tan fuerte.
Manifestó que el campo de la autoevaluación pretende que cada una de las actividades, carreras y acciones que se ejecuten deben ser evaluadas para reflexionar si es lo apropiado. “Los procesos de acreditación no necesariamente dirán que una carrera es buena o mala, pero es un sello de garantía que en el mediano plazo pensamos impulsar”, expresó Baltodano.
