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Criterios


La desigualdad desde el enfoque de los ganadores del Premio Nobel de Economía

*Shirley Benavides V.

Las desigualdades que se presentan desde diversas dimensiones generan barreras para lograr un verdadero desarrollo inclusivo y sostenible; no solo es un tema de concentración de ingreso y de riqueza, sino también de la imposibilidad real de participación política para las decisiones que orientan la ruta a seguir en un país o territorio. Esta situación se puede dar por género, raza, territorio, edad, estrato social o creencias, y colocan en desventaja social-económica a ese grupo de la sociedad.

Las brechas generadas se expresan cuando las personas tratan de obtener educación oportuna y pertinente, empleos inclusivos, de calidad, con protección social y, por supuesto, remuneraciones acordes con sus labores y nivel educativo.

Se debe agregar, además, el acceso a servicios adecuados en cualquiera de los territorios (urbanos o rurales), tales como agua potable, electrificación, transporte, conexión a Internet, atención en salud y seguridad ciudadana. Y si las estructuras productivas son muy heterogéneas, como suele suceder en la región,  esto incrementa la desigualdad que impide mejores  posibilidades de desarrollo.

Todo lo anterior es el resultado de la eficiencia o no de la institucionalidad estatal, como lo señalan los ganadores del Nobel de Economía de este año en su libro Por qué fracasan los países (2012), cuando indican “…el Estado está inexorablemente entrelazado con las instituciones económicas, como responsable de la ley y el orden, de garantizar la propiedad privada y los contratos y, a menudo, como proveedor clave de servicios públicos.” (p.96).

Además, hacen la diferencia entre las instituciones inclusivas y las extractivas; las primeras “allanan el camino para otros dos motores de prosperidad: la tecnología y la educación. El desarrollo económico sostenido casi siempre va acompañado de mejoras tecnológicas que permitan que las personas, las tierras y el capital puedan ser productivos” (p.97); las extractivas, por su parte, “tienen como objetivo extraer rentas y riqueza de un subconjunto de la sociedad para beneficiar a un subconjunto distinto” (p.96).

En una entrevista difundida por News Mundo, el pasado 14 de octubre, James A. Robinson, uno de los ganadores del Nobel, junto a Daron Acemoglu y Simon Johnson, señaló sobre las investigaciones que los hicieron merecedores del galardón que: 

“Específicamente hemos tratado de entender cómo las instituciones establecen las reglas que en diferentes sociedades influyen en la prosperidad y la pobreza. Nuestra investigación muestra que la pobreza y la desigualdad en América Latina están profundamente arraigadas en el colonialismo, la explotación de los indígenas y la existencia de la esclavitud. Esas desigualdades se autorreproducen de muchas maneras en la actualidad. Latinoamérica tiene grandes problemas de inclusión, marginalización, explotación. Por eso es pobre y aún sigue tratando de encontrar una salida. Se trata de construir instituciones políticas y económicas más inclusivas. Ese es el problema en América Latina…”

Lo comentado por Robinson, lo reafirma la Comisión Económica para América Latina (2024), cuando ha señalado que: “Las sociedades de América Latina y el Caribe han sido históricamente marcadas por profundas desigualdades, que han persistido durante los diversos ciclos económicos que ha atravesado la región. A pesar de los avances registrados en las dos décadas pasadas en reducir la desigualdad, las amplias brechas sociales y económicas representan un desafío significativo para el desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y la consolidación de una gobernabilidad democrática.” (P.2)

La anterior situación se refleja en la figura siguiente y, para el caso de América Central y el de Costa Rica en particular, se ubica por encima de la media de la región, dado que presenta mayores niveles de desigualdad. 

https://www.bbc.com/mundo/articles/cm28g0zv0n6o

En el caso de Costa Rica, como se refleja en la figura siguiente, la región Chorotega, junto con la Huetar Norte, presentan las mayores desigualdades.

La efectividad en la ejecución de las políticas públicas que busca mejorar las condiciones de vida se da por la institucionalidad, como lo han demostrado los Nobel de Economía 2024.

Las brechas de desigualdad que persisten en las regiones urbanas y rurales demuestran que la institucionalidad no ha logrado responder con la celeridad que se requiere a las demandas de los territorios más vulnerables—en salud, educación, seguridad, accesos a Internet, entre otros—lo que produce, a su vez, obstáculos para el crecimiento y el desarrollo.

Esto limita el efecto multiplicador en la generación de recursos para aumentar el consumo, la inversión y la mejora en las condiciones de vida. Además, incrementa la pobreza, la violencia e inseguridad social y obstruye la cohesión social, que posibilite un nuevo pacto social ante los cambios acelerados en el escenario regional y mundial.  

Ante los resultados obtenidos, es menester hacer un llamado a la toma de decisiones por parte del Estado para la efectiva reducción de las desigualdades, generar dinamizadores económicos que reduzcan esas brechas y asumir su rol en el marco del desarrollo sostenible e inclusivo, dirigido a las poblaciones más vulnerables.

*Catedrática de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional (UNA). 

Foto: DPL News https://dplnews.com/ganadores-del-premio-nobel-de-economia-2024-por-que-algunas-naciones-prosperan-y-otras-no/