Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Criterios


El impacto de derogar la Ley de Chips y Ciencia

*MSc. Juan Gabriel Alpízar Méndez

En los últimos años Costa Rica ha cambiado su enfoque de producción hacia los servicios, y los datos del Banco Central confirman esta dinámica. En la actividad de información y comunicaciones, por ejemplo, en el 2024 tuvo una aceleración que se explica por una mayor demanda externa por servicios de informática, como el desarrollo de programas y consultorías. 

Antes, a mediados de 2023, Costa Rica se convirtió en el primer socio estratégico de Estados Unidos en crear una cadena global de valor de semiconductores (microchips) para beneficio de ambas economías; en este mercado el país ya era protagonista desde los años noventa con empresas como Intel. Además, desde el año pasado cuenta con una hoja de ruta para fortalecer la producción de semiconductores, a sabiendas de que este producto está posicionado en el top cinco entre los de mayor demanda a nivel mundial.

Lo anterior explica por qué Costa Rica tuvo, entre sus productos exportados, un crecimiento del 77% del valor FOB (valor de una mercancía cuando ya está embarcada) de componentes y tableros electrónicos, entre el 2020 y 2024. Así alcanzó la cifra de 1.000 millones de dólares exportados en el 2023 y 2024.

Se ha difundido información de lo que acontecerá ante una posible derogación de la Ley Chips y Ciencia en Estados Unidos, propuesta por el presidente Donald Trump, y el posible impacto que esto podría tener para la economía costarricense y las exportaciones, los encadenamientos productivos y el empleo nacional.

El propósito principal de Ley Chips y Ciencia, firmada por Joe Biden en 2022, fue fortalecer la producción de semiconductores en EE.UU., reducir la dependencia de la generación desde el mercado asiático y crear subsidios por un monto de $500 millones en cinco años para fabricar chips y desarrollar esta industria.

La preocupación central es que, al ser Costa Rica un importante actor de esta industria, y al representar esta ley la oportunidad de atraer inversiones significativas, la derogación mencionada amenace las inversiones para capacitar el talento nacional, como lo ha propuesto la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).

Además, podría perjudicarse la exportación de nuestros servicios por las menores inversiones extranjeras en semiconductores y con ello todos los encadenamientos productivos derivados, lo que ocasionaría un efecto dominó en la economía nacional, con la consecuente afectación a otras industrias, al poder adquisitivo de los trabajadores y la posible pérdida de algunos empleos.

Costa Rica no debe detener la formación de talento que ha cultivado por tantos años, como tampoco debe temer por situaciones ajenas a su control; este tipo de personal será requerido de una u otra manera. Por el contrario, la preocupación debe estar situada en cómo continuar a la vanguardia en la formación del talento regional, en cómo seguir cultivándolo. Ejemplo de ello es la nueva carrera de Inteligencia y Estrategia Global que ofrece desde este año la Escuela de Relaciones Internacionales, con la que se busca preparar a la nueva generación de profesionales para hacer frente a los desafíos actuales y futuros. 

También se deben seguir impulsando la formación técnica en tecnologías, idiomas, datos, uso de la inteligencia artificial y demás tecnologías emergentes, así como en el área de negocios. Es decir, preparar a los estudiantes para un mercado laboral competitivo y en constante evolución y que el país avance en la inversión en la infraestructura física y virtual necesaria, como la red 5G. 

Estas iniciativas educativas y sus respectivos apoyos mitigan los impactos negativos de situaciones como las comentadas y aseguran un futuro próspero a la economía. La formación de profesionales en áreas estratégicas permitirá adaptarse a los cambios en el mercado global y mantener la competitividad en el tiempo.

En conclusión, la eventual derogación de la Ley Chips y Ciencia en Estados Unidos si bien representa una amenaza para la economía costarricense, no debe desvelarnos ni desviarnos de nuestra principal fortaleza: la formación del talento humano. Es crucial que Costa Rica busque opciones y estrategias para asegurar una economía próspera y avanzar, de manera decidida, más allá de los problemas que puedan surgir. 

*Docente de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA).