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Criterios


Instrumentos para la Economía Circular en Costa Rica

Ph.D. Olman Segura Bonilla, académico CINPE-UNA

Costa Rica enfrenta serios desafíos en la gestión de sus residuos sólidos y aguas residuales. Actualmente, se generan unas 4.500 toneladas diarias de residuos sólidos, de las cuales un 55% son orgánicos y podrían compostarse, y un 35% son reciclables. Sin embargo, apenas el 6,6% se recicla efectivamente, cifra muy por debajo del promedio de los países de la OCDE, que alcanzan el 33%. En cuanto al tratamiento de aguas residuales, sólo un 24% de la población cuenta con acceso a alcantarillado sanitario, y únicamente un 4% de las aguas servidas recibe tratamiento adecuado.

Frente a esta situación crítica, el enfoque de la Economía Circular se perfila como una estrategia fundamental. Según las Naciones Unidas, este modelo busca minimizar la contaminación y los residuos, alargar el ciclo de vida de los productos y fomentar el intercambio eficiente de recursos físicos y naturales. En 2023, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) lanzó la Estrategia Nacional de Economía Circular (ENEC), con una visión de largo plazo hacia el año 2050. No obstante, su implementación debe ser inmediata y contar con el compromiso decidido de los sectores productivos, el Estado y la ciudadanía. El objetivo central es reducir la generación de residuos y aprovechar al máximo los materiales que no puedan evitarse.

La ENEC plantea una transformación estructural del modelo económico actual, pasando de uno lineal —basado en producir, consumir y desechar— a uno circular, “regenerativo por diseño”. Este nuevo paradigma se basa en tres principios fundamentales:

Rediseño de productos: Actualmente, los bienes están diseñados para desecharse tras su uso. La economía circular plantea intervenir desde el diseño, creando productos que puedan compartirse, reutilizarse, repararse, reacondicionarse, remanufacturarse o, en última instancia, reciclarse.

Recirculación de materiales: Busca mantener los materiales en uso continuo, ya sea como productos completos o como componentes/materias primas. Aquí se diferencia entre ciclos técnicos (productos no biodegradables) y biológicos (productos orgánicos que se pueden reintegrar a la naturaleza).

Regeneración de sistemas naturales: Se enfoca en restaurar los ecosistemas y fortalecer la resiliencia de los sistemas productivos, promoviendo el uso sostenible del capital natural.

En este contexto, el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) de la Universidad Nacional de Costa Rica, con el apoyo del proyecto Green Economy Transformation (GET 4.0) de la cooperación alemana GIZ, llevó a cabo una investigación para identificar instrumentos económicos aplicables a la economía circular. El estudio identificó 58 instrumentos, tanto nacionales como internacionales, y desarrolló en detalle los 15 instrumentos que recomendamos, con 10 lineamientos de política pública orientados a activar las palancas clave que define la ENEC para facilitar la transición hacia una economía circular en sectores estratégicos del país.  Estas palancas incluyen: Financiamiento, Desarrollo de mercados, Políticas públicas, Comunicación, Cultura e innovación.

Los lineamientos propuestos están diseñados para superar las barreras actuales y construir un entorno más propicio para la economía circular. Las acciones recomendadas van desde incentivos fiscales y mecanismos de financiamiento verde, hasta reformas institucionales y cambios culturales necesarios para incorporar prácticas circulares en todos los niveles de la sociedad. Por ejemplo, se promueve la responsabilidad extendida del productor, la creación de nuevos mercados para materiales reciclados y el fortalecimiento de capacidades locales para innovación y emprendimiento sostenible.

En suma, esta propuesta busca transformar el modelo de desarrollo de Costa Rica hacia uno más sostenible, resiliente y competitivo, alineado con los principios de la economía circular y con beneficios claros en términos ambientales, sociales y económicos.