Los desafíos del tránsito de poblaciones en el marco de la globalización fueron tratados en el III Coloquio Internacional sobre Migración y Desarrollo, organizado por el IDESPO-UNA.
La pertinencia de un “cambio de rumbo” en las políticas migratorias en América, y la importancia de que los países latinoamericanos asuman un papel central al respecto, fueron señalados el III Coloquio Internacional sobre Migración y Desarrollo, que se efectuó entre el 4 y el 6 de diciembre en la Universidad Nacional.
El encuentro contó con la participación de destacados académicos y dirigentes de los derechos de poblaciones migrantes, como Raúl Delgado Wise, director ejecutivo de la Red Internacional de Migración y Desarrollo, y de Jorge Durand, antropólogo e investigador social de la Universidad de Guadalajara.
Ellos expusieron sus reflexiones en el marco de un mundo que vive una crisis “que no es financiera, sino global”, indicó Delgado. Según explicó, las políticas neoliberales provocaron un migración impresionante, “pero las perspectivas económicas de la actualidad han llevado a cosas que antes creíamos imposibles, como que el presidente de México afirme que el mercado no solucionara todos los problemas y es importante la intervención del Estado”, explicó.
Durand señaló que la situación se anuncia complicada: “el flujo migratorio está en decrecimiento, porque no hay trabajo, además de que aumenta el retorno a los países de origen”. El especialista señaló que esto plantea un problema para los gobiernos, que generalmente parecen confiar la responsabilidad de las poblaciones migrantes a las empresas que los contratan.
Asimismo, recordó que desde setiembre del 2001, en Estados Unidos se ha vinculado el tema migratorio con seguridad. “Les va mal en Iraq y Afganistán, entonces hacen algo más espectacular y próximo para la prensa como el muro en la frontera con México”, señaló.
Además de una criminalización de la migración, es una solución insuficiente: “un muro lo paso por arriba o por abajo…, para que sea efectivo tengo que custodiarlo”. “Si hay migrantes, es porque hay demanda de trabajadores”, agregó.
Delgado afirmó que “no puede seguirse con la integración asimétrica” entre Estados Unidos y los países latinoamericanos. Para eso, es necesario un modelo de desarrollo distinto que no debe provenir unidireccionalmente del norte.
El director ejecutivo de la Red Internacional de Migración y Desarrollo recordó que México subsidia la economía de EEUU: “los mexicanos contribuyen con más de 680 mil millones de dólares al año”, explicó. Además, “pagan en remesas casi lo mismo que en impuestos como trabajadores”, afirmó, para rematar, “¿cuánto ahorra el sistema educativo estadounidense cuando llega una población cuya preparación corrió por cuenta de otro país”.
Sobre Costa Rica, Durand subrayó la particularidad de que es “emisor” de migrantes, pero también “receptor”. “Se calcula que Costa Rica tiene un 10% de población extranjera, que es más del doble del otro gran receptor latinoamericano, que es Argentina con un 4,5%”, dijo.
Según Delgado, no se trata de eliminar la migración pues los países receptores necesitan fuerza de trabajo y toda persona tiene derecho a buscar nuevas oportunidades. Ante esta realidad, es necesario establecer una política migratoria más clara y justa en la que participen los países involucrados.
