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En el Pacífico Central: traslape de apiarios podría disminuir producción de miel

A inicios de 2018, el Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales de la Universidad Nacional (CINAT-UNA), en conjunto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), realizaron un diagnóstico para encontrar las necesidades de capacitación de los apicultores que se encuentran en el Pacífico Central del país. Durante ese año los productores recibieron talleres con el fin de fortalecer sus capacidades en manejo, crianza de reinas, flora apícola, enfermedades, diversificación y valor agregado, entre otras.

Durante febrero y marzo del año anterior, la estudiante de la Maestría en Apicultura Tropical, María Benítez realizó su tesis en torno al análisis de la situación actual de la actividad apícola en la Asociación de Apicultores Unidos del Pacífico (APIPAC) de Costa Rica, mediante la georeferenciación de los apiarios, la caracterización de los aspectos sociales y el manejo apícola.

La información se obtuvo a través de encuestas a los asociados y visitas a los apiarios para la observación de la flora de importancia melífera y toma de puntos con el GPS para ubicar los apiarios. “De acuerdo con lo establecido por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), los apiarios deben ubicarse a tres kilómetros de distancia, pues lo ideal para el pecoreo de una abeja es de 1.5 kilómetros, sin embargo, se observó un traslape en el rango de distribución de más del 95% de los apiarios, principalmente en Esparza; y entre San Mateo y Orotina, se debe determinar según la especialista, si este factor, influye o no en la producción”.

Benítez también elaboró un calendario de floración apícola que incluye más de 70 plantas, arbustos, hierbas y otros, donde se ilustran los meses de floración y el aporte arbóreo de cada especie. “La idea es que sea un material muy ilustrativo donde el apicultor sepa cuáles especies les aportan néctar y cuáles polen. Los ayuda a ver también cuáles especies tienen en las áreas vecinas para saber si pueden expandir o disminuir su número de colmenas y disminuir el traslape”.

Aprovechamiento

En cuanto al resultado de las capacitaciones impartidas, Benítez afirmó que, si bien hubo cambios en el manejo, todavía hay algunas prácticas que se deben mejorar. “Vi que ahora sí están cambiando los panales, lo cual es muy importante en el campo de la sanidad, sin embargo, un gran porcentaje aún no cambia a sus reinas. Cada reina puede vivir de 1 a 5 años, pero cada año pierde vigor en su capacidad de postura de huevos, por eso la producción puede disminuir o puede haber enjambrazón”.

Si bien la investigadora determinó que la mayoría de  los apicultores de la zona supera los 50 años, y no se vislumbra un relevo generacional, la resistencia a mejores prácticas no depende de la edad. “Conocí un señor de 84 años que hace cambio de reinas, de panales, y trae su producto al CINAT-UNA para los análisis de laboratorio, entonces no puedo decir que esa resistencia sea una cuestión de edad, sino más bien depende de cada apicultor en específico”.