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Archivo de la noticia: Abril 2009


Actitud positiva podría evitar infarto

 

La ira y la hostilidad son factores de riesgo de orden psicosocial que favorecen el sufrimiento de enfermedad coronaria, según mostró un estudio realizado por el investigador Braulio Sánchez de la Escuela de Ciencias del Deporte.



 

Mantener una actitud positiva ante la vida y saber manejar los sentimientos como la ira y la hostilidad, le podrían ayudar a evitar un infarto. Si ya lo sufrió es mejor que tenga una rehabilitación integral desde el punto de vista médico y psicológico.

Según una investigación realizada por especialistas en Ciencias del Deporte de la Universidad Nacional (UNA), “la ira y la hostilidad son factores de riesgo de orden psicosocial que favorecen el sufrimiento de enfermedad coronaria”.
El estudio “Complejo ira, hostilidad y mecanismos de afrontamiento en la vivencia de un evento cardiovascular”, trabajó con 19 personas —6 mujeres y 13 hombres, entre 44 y 74 años—, quienes asisten a las fases II y III del Proyecto de Rehabilitación Cardiaca en la UNA.

El investigador Braulio Sánchez comentó que vio la necesidad de encontrarle otras respuestas a los eventos cardiacos sin seguir el patrón meramente biológico.

“Los infartos y las muertes ocasionadas por los accidentes de tránsito, son las principales razones por las que muchas familias costarricenses pierden un ser querido. A mi me interesaba encontrar otras causas del por qué se dan los eventos cardiovasculares”, dijo Sánchez.
 
La información para elaborar la investigación, se recopiló por medio de cuestionarios técnicos especializados como los de agresividad de Buss y Durke, así como el cuestionario COPE  para el afrontamiento situaciones de estrés y el internacional de actividad física.

En cuanto a los mecanismos de afrontamiento más utilizados tanto antes como después de evento cardiovascular, se destacan la religión y el apoyo social. Posterior al evento se destacan, el crecimiento personal y la aceptación de toda la situación que se vive.

“Es importante que existan políticas públicas para generar estilos de vida saludables en las poblaciones que hayan o no sufrido problemas cardiacos. Además también resalto el hecho de que la actividad física es relevante para una mejor calidad de vida”, aseguró Braulio Sánchez.

El especialista en Salud Integral y Movimiento Humano, también reconoció que la familia y sus aportes son vitales para el tratamiento de una persona que ya sufrió un infarto.
 
“A nivel psicológico, la persona afectada no debe sentirse como una carga para su núcleo familiar porque sino entonces podría entrar en un ciclo que podría desencadenar en otro ataque al corazón”, reconoció Sánchez.

Por último mencionó que se deben controlar las emociones, ya que un comportamiento hostil y agresivo predispone en una importante cuota la incidencia de eventos cardiovasculares.