El investigador Shyam Nandwani, del Departamento de Física de la UNA, obtuvo el reconocimiento internacional Energy Globe Award 2008 por su trabajo de treinta años en la investigación, difusión y usos de la cocina solar en áreas rurales y urbanas para preservar la salud humana y del planeta.
Crear un medio para cocinar los alimentos al medio día, fue la idea que impulsó a Shyam Nandwani, investigador del Departamento de Física de la Universidad Nacional (UNA), a crear su primera cocina solar.
Corría el año 78 cuando Shyam llegó a Costa Rica proveniente de la India, en el 79 y debido a un verano intenso que redujo el potencial hidroeléctrico en el país, se enfrentó a la racionalización de la energía eléctrica. De este contratiempo surgió la idea de crear una caja expuesta al sol, donde pudiera calentar sus alimentos al medio día.
Desde entonces, tanto Shyam como su esposa, utilizan la cocina solar a diario, esto le ha permitido al investigador conocer las ventajas y desventajas de este aparato, que fue patentado a nombre de la UNA en 1984 y que, en una versión mejorada sigue funcionado satisfactoriamente.
Tres décadas de investigación en el aprovechamiento de la energía solar le valieron a Shyam ser uno de los ganadores del Energy Globe Award 2008; su trabajo “Treinta años de investigación, difusión y usos de la cocina solar en áreas rurales y urbanas para preservar la salud humana y del planeta” fue seleccionado entre 769 proyectos provenientes de 110 países.
La ceremonia oficial de premiación será en la ciudad de Praga, República Checa, durante los días 13 y 14 de abril.
El primer día se premiará a los ganadores, quienes ante un jurado y la prensa internacional, expondrán sus proyectos. De estos se seleccionarán tres en cada categoría (fuego, aire, agua, tierra y juventud) para ser premiados el día siguiente.
La energía solar es abundante y gratuita, no contamina ni tiene desechos radioactivos o nucleares, no necesita cables o tanques para su transporte y nadie puede aumentar su precio.
Las cocinas solares se construyen fácilmente con materiales disponibles en el mercado local y tecnología sencilla, se usa para cocinar y hornear todo tipo de alimentos, puede calentar agua para pasteurizar, preparar café y secar frutas. No produce humo o ceniza y un horno solar de tamaño familiar utilizado siete meses al año, puede ahorrar cerca de 1200 kwh de electricidad.
Corría el año 78 cuando Shyam llegó a Costa Rica proveniente de la India, en el 79 y debido a un verano intenso que redujo el potencial hidroeléctrico en el país, se enfrentó a la racionalización de la energía eléctrica. De este contratiempo surgió la idea de crear una caja expuesta al sol, donde pudiera calentar sus alimentos al medio día.
Desde entonces, tanto Shyam como su esposa, utilizan la cocina solar a diario, esto le ha permitido al investigador conocer las ventajas y desventajas de este aparato, que fue patentado a nombre de la UNA en 1984 y que, en una versión mejorada sigue funcionado satisfactoriamente.
Tres décadas de investigación en el aprovechamiento de la energía solar le valieron a Shyam ser uno de los ganadores del Energy Globe Award 2008; su trabajo “Treinta años de investigación, difusión y usos de la cocina solar en áreas rurales y urbanas para preservar la salud humana y del planeta” fue seleccionado entre 769 proyectos provenientes de 110 países.
La ceremonia oficial de premiación será en la ciudad de Praga, República Checa, durante los días 13 y 14 de abril.
El primer día se premiará a los ganadores, quienes ante un jurado y la prensa internacional, expondrán sus proyectos. De estos se seleccionarán tres en cada categoría (fuego, aire, agua, tierra y juventud) para ser premiados el día siguiente.
La energía solar es abundante y gratuita, no contamina ni tiene desechos radioactivos o nucleares, no necesita cables o tanques para su transporte y nadie puede aumentar su precio.
Las cocinas solares se construyen fácilmente con materiales disponibles en el mercado local y tecnología sencilla, se usa para cocinar y hornear todo tipo de alimentos, puede calentar agua para pasteurizar, preparar café y secar frutas. No produce humo o ceniza y un horno solar de tamaño familiar utilizado siete meses al año, puede ahorrar cerca de 1200 kwh de electricidad.
