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Comé y disfrutá sin dejar huella

Comé y disfrutá sin dejar huella

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura aproximadamente un 30% de los alimentos producidos para el consumo humano en todo el mundo se pierde o desperdicia cada año, esto equivale a 1.300 millones de toneladas de comida.

La pérdida ocurre durante la etapa de producción, postcosecha, almacenamiento y transporte de alimentos, mientras que el desperdicio de alimentos sucede durante la venta y el consumo final. Esta pérdida representa un uso inadecuado de los recursos naturales y de producción,
tales como: agua, tierra y sus minerales, energía, fertilizantes y mano de obra, pero además supone pérdidas económicas para todos los sectores de la producción y del consumo.

De acuerdo con datos suministrados por Julián Rojas, académico del programa UNA Campus Sostenible, en la soda de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar el 55% del desperdicio de alimentos proviene de la devolución de platos, el número asciende en la soda comedor Padre Royo (66% ), soda de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (70%) y la soda del Cide (86%).

La medición de la pérdida de alimentos en las distintas sodas del campus, según Rojas, constituye un importante avance en el tema de desperdicios de alimentos que se relaciona a su vez con la cultura ambiental sostenible que la institución está comprometida en ser un modelo de
gestión ambiental a nivel nacional por medio de la unidad de gestión ambiental UNA Campus Sostenible.

Las decisiones de qué y cuánto consumimos, afectan la calidad de la nutrición y la seguridad alimentaria de todas las personas. ¿Qué pasa con los alimentos que no consumimos? Se generan como residuos orgánicos que no se aprovechan y en su mayoría llegan a rellenos sanitarios produciendo gases efecto invernadero.

Con el fin de sensibilizar sobre la importancia de disminuir las pérdidas y reducir el desperdicio de alimentos y motivar a la comunidad universitaria a realizar cambios en su estilo de consumo, en la UNA se desarrolla la campaña “Comé y disfruté sin dejar huella” a cargo del Sistema Institucional de Sodas y Afines (Sisauna) y el programa UNA Campus Sostenible.

“Los alimentos que no consumimos se generan como residuos orgánicos que o se aprovechan, y en su mayoría llegan a rellenos sanitarios produciendo gases de efecto invernadero. La campaña consiste en la divulgación de material educativo colocado en la sodas universitarias, mediciones, capacitación para concesionarios de centros de alimentación y otras ”, explicó Noelia Garita del UNA Campus Sostenible.

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Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura aproximadamente un 30% de los alimentos producidos para el consumo humano en todo el mundo se pierde o desperdicia cada año, esto equivale a 1.300 millones de toneladas de comida.

La pérdida ocurre durante la etapa de producción, postcosecha, almacenamiento y transporte de alimentos, mientras que el desperdicio de alimentos sucede durante la venta y el consumo final. Esta pérdida representa un uso inadecuado de los recursos naturales y de producción,
tales como: agua, tierra y sus minerales, energía, fertilizantes y mano de obra, pero además supone pérdidas económicas para todos los sectores de la producción y del consumo.

De acuerdo con datos suministrados por Julián Rojas, académico del programa UNA Campus Sostenible, en la soda de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Mar el 55% del desperdicio de alimentos proviene de la devolución de platos, el número asciende en la soda comedor Padre Royo (66% ), soda de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (70%) y la soda del Cide (86%).

La medición de la pérdida de alimentos en las distintas sodas del campus, según Rojas, constituye un importante avance en el tema de desperdicios de alimentos que se relaciona a su vez con la cultura ambiental sostenible que la institución está comprometida en ser un modelo de
gestión ambiental a nivel nacional por medio de la unidad de gestión ambiental UNA Campus Sostenible.

Las decisiones de qué y cuánto consumimos, afectan la calidad de la nutrición y la seguridad alimentaria de todas las personas. ¿Qué pasa con los alimentos que no consumimos? Se generan como residuos orgánicos que no se aprovechan y en su mayoría llegan a rellenos sanitarios produciendo gases efecto invernadero.

Con el fin de sensibilizar sobre la importancia de disminuir las pérdidas y reducir el desperdicio de alimentos y motivar a la comunidad universitaria a realizar cambios en su estilo de consumo, en la UNA se desarrolla la campaña “Comé y disfruté sin dejar huella” a cargo del Sistema Institucional de Sodas y Afines (Sisauna) y el programa UNA Campus Sostenible.

“Los alimentos que no consumimos se generan como residuos orgánicos que o se aprovechan, y en su mayoría llegan a rellenos sanitarios produciendo gases de efecto invernadero. La campaña consiste en la divulgación de material educativo colocado en la sodas universitarias, mediciones, capacitación para concesionarios de centros de alimentación y otras ”, explicó Noelia Garita del UNA Campus Sostenible.