El coordinador del Laboratorio de Virología de la Escuela de Medicina Veterinaria de la UNA, Carlos Jiménez, ofreció detalles sobre la influenza porcina y humana e insistió en la necesidad de educar a la población para evitar la transmisión de enfermedades infectocontagiosas, durante una conferencia realizada en el auditorio Clodomiro Picado.
El veterinario Carlos Jiménez informó que la influenza porcina es una enfermedad respiratoria aguda de los cerdos, causada por un influenzavirus, cuya severidad depende de varios factores como edad de los animales, cepa viral, higiene ambiental, manejo e infecciones secundarias.
Por su parte, la influenza humana o gripe es una enfermedad viral de carácter agudo que se manifiesta con fiebre, dolor de garganta, tos, estornudos y malestar general, cuyo agente causal –influenzavirus- tiene como reservorio primario las aves acuáticas silvestres de todo el mundo tales como patos, gansos y gaviotas. En algunos casos, los influenzavirus de las aves pueden pasar directamente a los humanos, pero en la mayoría de ocasiones estos virus hacen una “estación” en los suínos y desde allí pasan a la especie humana.
Es por eso que los cerdos juegan un papel importante en la ecología de la influenza humana, al punto que se califica a esta especie como el “tubo de ensayo” en el cual influenzavirus de aves y mamíferos pueden mezclarse. Esta particularidad de los cerdos se explica porque ellos poseen receptores, a nivel de la tráquea, para virus de origen aviar y para virus de origen humano y porcino, permitiendo entonces que el material genético de los virus se mezcle entre sí originando variantes y nuevas cepas.
Los influenzavirus se multiplican en el tracto respiratorio de los individuos enfermos y se transmiten vía aerosoles (gotitas de saliva y moco originadas al toser o estornudar), contacto directo entre individuos infectados e individuos sanos y contacto indirecto, como por ejemplo mediante objetos contaminados. Por esta razón, para prevenir la transmisión de estos virus se recomienda aislar a los enfermos, emplear toallas desechables para limpiar las secreciones, lavarse constantemente las manos con agua y jabón, así como evitar las aglomeraciones y tumultos que posibilitan la rápida difusión del virus.
El especialista resaltó que el consumo de carne, embutidos y otros productos alimenticios de origen porcino por parte de las personas no representa ningún riesgo para su salud.
