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Archivo de la noticia: Abril 2018


Rarezas del Irazú: conos volcánicos

   

Conos volcánicos al sur del volcán Irazú son fuente importante de agua potable y mantienen una rica biodiversidad durante todo el año, según investigación de Eliécer Duarte, vulcanólogo del Ovsicori.

 


 

Él los recorre hace décadas pero el asombro lo sigue asaltando. Eliécer Duarte, vulcanólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA) es un trotamundos que no se cansa de documentar a la madre Tierra, incluidas sus rarezas. 

 

En este caso, y luego de un arduo trabajo de campo, Duarte describe en un reciente informe, junto al geógrafo Andy Villalobos, los llamados conos volcánicos, en la falda sur del volcán Irazú.

 

“En algunos casos se formaron conos y en otros solamente depresiones en forma de cráter. Esos conos y cráteres permitieron la salida de material volcánico de modo efusivo y explosivo; transformando el entorno. A pesar de la cercanía de estos volcancitos a centros de población y de su vecindad al volcán Irazú, son poco mencionados y prácticamente desconocidos por turistas extranjeros y aún por visitantes nacionales. Hoy casi todos son potreros o cultivos, en algunos casos sus áreas están ocupadas por bosques”, argumenta Duarte.

 

Entre los más conocidos están los cerros Santa Rosa, Pasquí, Méndez, La Olla, Dussaint, El Perol, Nochebuena y El Guardián, la mayoría con alturas que oscilan entre los 2 600 y los 2 800 metros sobre el nivel del mar. Este último, por su ubicación se convierte en punto estratégico: “buena parte de la cima de El Guardián está ocupada por infraestructura de comunicaciones, siendo el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) uno de los mayores usuarios para estos propósitos”, agrega Duarte.

 

Acerca del potencial turístico, didáctico y económico de los conitos al sur del volcán Irazú, Duarte agrega en su informe: “algunos de ellos son fuente importante de agua potable y mantienen una rica biodiversidad durante todo el año. Dada la belleza natural de estas figuras volcánicas, las condiciones socio-económicas de las poblaciones que habitan en sus alrededores, y su potencial educativo, esta área no solo debe ser mejor estudiada, sino que debería ser propuesta como un circuito recreativo de alto valor para turistas nacionales y extranjeros. Esto supone el acuerdo y coordinación de los propietarios, la comunidad, universidades y organizaciones encargadas del ramo del turismo, planificación social y organización comunal. Más aún; se deben hacer esfuerzos a nivel político y económico para asegurar el mejoramiento de la red vial y otros servicios secundarios, que promuevan la visitación guiada y el disfrute del lugar”, concluye Duarte.