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Archivo de la noticia: Junio 2018


Pobreza afecta desarrollo cognitivo en niñas y niños

   

El tema de las relaciones entre pobreza y desarrollo cognitivo de niños y niñas, a cargo del neurocientífico argentino Sebastián Lipina, formó parte de las exposiciones de expertos internacionales en el IV Congreso Iberoamericano de Pedagogía (CIP), organizado por el Cide.



 

“A nivel de lo que le ocurre al sistema nervioso central, tenemos evidencia de que hay cambios en la estructura y en el funcionamiento del cerebro cuando un niño se cría en un contexto de adversidad, caracterizado por la carencia material, simbólica y falta de vínculos adecuados o de estimulación al aprendizaje”, afirmó el neurocientífico Sebastián Lipina, quien expuso sobre el tema “Aportes neurocientíficos contemporáneos al estudio de la pobreza infantil”, durante el reciente IV Congreso Iberoamericano de Pedagogía (Cip), organizado por el Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (Cide-UNA).

 

Investigador y director de la Unidad de Neurobiología Aplicada del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de Argentina, Lipina agregó que cuando se analiza lo que sucede en el sistema cognitivo, también se ve que los niños que se crían en hogares definidos como pobres tienen un desempeño bajo en tareas que tienen demandas de atención, de control inhibitorio y de memoria; es decir, de funciones ejecutivas.

 

Con base en el resultado de sus investigaciones, el científico afirma que “por supuesto el desempeño académico puede estar afectado: se ve a través de desempeños bajos en las tareas típicas de escuela, en las dificultades para aprender a asociar, a contar, a leer”. 

 

El investigador también comentó sobre efectos en la metacognición; o sea, en la posibilidad de comprender cómo piensa o siente un congénere, así como en tareas de lenguaje y en la regulación del estrés.

 

Asimismo, explicó que se han observado diferencias a nivel de la conducta emocional de algunos niños, derivadas de ciertas dificultades para poder expresarse, lo cual estaría relacionado con distintos factores de la pobreza.

 

También se asocian con la pobreza cambios en los patrones de sueño, producto de la dificultad para dormir adecuadamente en lugares hacinados o del colecho –cuando el niño duerme con otra persona en la misma cama-, fenómeno asociado con alteraciones del aprendizaje. 

 

Obviamente, también se presentan cambios en los patrones de alimentación, a raíz de la escasez de recursos para la cobertura de los requerimientos básicos diarios. 

 

Intervención por la niñez 

 

En cuanto al sistema cognitivo, Lipina fue enfático en que aunque la falta de estimulaciones es uno de los posibles factores mediadores en los bajos desempeños citados, “de ninguna manera, ninguna de estas características a nivel individual implican que esos chicos no puedan aprender o no puedan tener la posibilidad de un procesamiento cognitivo adecuado, mediando intervenciones específicas que los ayuden”.

 

El experto en desarrollo cognitivo y pobreza infantil considera que es ahí precisamente donde se juega la responsabilidad de la sociedad entera, incluyendo tanto a los políticos como a todos los sectores involucrados en la crianza y la educación de los niños. “Tenemos que aprender a ver a los chicos de una manera adecuada, conocer qué necesitan y actuar en consecuencia”. 

 

Para lograrlo, es preciso que a la luz de la evidencia científica, se comprenda la complejidad del desarrollo humano, cómo los factores contextuales y ambientales inciden sobre él y hasta cuándo es posible intervenir para modificar esos elementos que alteran el desempeño cognitivo y el académico. 

 

Insistió en que ni la escuela por sí sola, ni los investigadores por su cuenta, podrían acercarse a la solución de un problema tan complejo, donde se requiere la intervención de la sociedad como un todo.

 

En cuanto a los pasos que se pueden ir dando desde la pedagogía y desde la escuela para para comenzar a transformar la realidad de los niños, el investigador afirmó: “lo que puede dar un maestro que no va a dar ni un político ni un investigador es amor y comprensión a los alumnos”.