Estudiantes de la Escuela de Ciencias Biológicas (ECB) de la UNA, liderados por el biólogo Maurizio Protti, viajaron hasta Caño Negro para liberar -por primera vez en Costa Rica- 1500 juveniles del pez Gaspar, producidos en el Laboratorio de Recursos Naturales y Vida Silvestre de la ECB.
Estudiantes de la Escuela de Ciencias Biológicas de la UNA, liderados por el biólogo Maurizio Protti, viajaron desde Heredia hasta Caño Negro, con 1500 juveniles del pez gaspar. El objetivo: demostrar que esta especie puede ser manejada para reproducción y engorde con técnicas de acuacultura, eliminado la dependencia de su medio natural.
Este fósil viviente, llamado así porque prácticamente no ha modificado su fisonomía desde hace 150 millones de años, no se considera en peligro de extinción, pero la población de Caño Negro ha disminuido en los últimos años por la pesca ilegal, ya que su carne es muy apetecida y se vende bien en el mercado.
Los juveniles liberados fueron cultivados en laboratorio. En junio, dos hembras traídas desde Caño Negro fueron inducidas con una hormona artificial llamada LH-RH para poner huevos, estos se colocaron en plantas acuáticas para que fueran fecundados por los machos. Se calcula que cada hembra liberó entre 35 y 40 mil huevos.
Dos meses después, los juveniles se llevaron hasta Caño Negro, donde los escolares fueron los encargados de abrir las bolsas que los trasportaban y darles una nueva vida en su medio natural.
“Esta es nuestra primera experiencia, sabemos que no todos los peces van a sobrevivir, a pesar de que vienen en muy buenas condiciones de peso y talla, pero con uno que sobreviva es uno que no se extrae del medio”, comentó Protti.
Este proyecto, sobre control de la reproducción, larvicultura, alevinaje y engorde del pez gaspar, cuentan con el apoyo y asesoría del Laboratorio de Acuacultura d ela División Académica de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Tabasco en México.
En Costa Rica, el pez gaspar se encuentra principalmente en el Refugio de Vida Silvestre de Caño Negro, en la zona norte del país. Entre las principales tareas de este proyecto está la de brindar capacitación y asesoría técnica a grupos de personas organizadas de la región en el manejo y engorde de juveniles de gaspar con fines comerciales para satisfacer las necesidades de consumo local.
