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Archivo de la noticia: Junio 2016


Aumenta cantidad de jóvenes que no estudian ni trabajan

 

La cantidad de jóvenes que ni estudian ni trabajan, conocidos como “ninis”, se ha venido engrosando, lo que limita sus posibilidades de una mejor calidad de vida en el futuro. 



 

Hace pocos días el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) dio a conocer los resultados de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) para el primer trimestre de 2016. Entre los principales resultados, a nivel general, se menciona la reducción -con respecto al I trimestre 2015- de la fuerza de trabajo (-80.925 personas), de la cantidad de desempleados (-22.458), de la cantidad de ocupados (-58.467), de la cantidad de subempleados (-75.005) y de los trabajadores informales (-103.592); el aumento -en 3 puntos porcentuales- en el porcentaje de ocupados con seguro por trabajo, la reducción en 1.5 puntos porcentuales de la tasa de presión general (personas buscando trabajo activamente, tanto ocupadas como desempleadas) y, la reducción en la tasa de desempleo abierto, que pasó de 10.1% a 9.5% en el último año.

 

En términos generales, pareciera que hay una leve mejora en la calidad del empleo, no obstante los niveles de desempleo se mantienen.

 

Ahora bien, la ECE nos permite separar los datos por grupos de edad y por tanto, conocer más de cerca la situación que enfrentan los jóvenes dentro y fuera del mercado laboral. En este sentido, estableciendo como jóvenes a la población entre 15 y 24 años, observamos que en el último año la cantidad de desempleados se redujo en 12.840 (la mitad hombres y la mitad mujeres) al igual que la cantidad de ocupados (-17.466 personas). Mientras la tasa de desempleo juvenil pasó de 24.2% a 22.7% en el mismo periodo.

 

En otras palabras, si hubo una menor cantidad de desempleados, uno esperaría que sea porque consiguieron trabajo. Sin embargo, los datos de la ECE indican que la cantidad de jóvenes ocupados también se redujo, lo que parece bastante contradictorio. 

 

Esta contradicción responde a la salida del mercado laboral de una importante cantidad de jóvenes. Esto se observa en los datos sobre la población joven fuera de la fuerza de trabajo, donde en el último año se incrementó en 30 mil, de ellos el 75% son hombres y el 25% mujeres; el 52% tiene secundaria incompleta, el 27% secundaria completa y el 24% universitario con o sin título.

 

Al desglosar los datos por sexo, en este mismo periodo hubo 21.044 mujeres menos “ocupadas” y 3.578 hombres más “ocupados”. Entre las mujeres, esta importante reducción se presentó en la zona urbana y; mayoritariamente de asalariadas, que laboraban menos de 40 horas semanales y en la informalidad. Esta situación contribuyó a que -a nivel nacional- se redujeran las tasas de informalidad y la tasa de subempleo; donde precisamente entre las mujeres es que hubo una mayor mejora en ambos indicadores.

 

Al analizar la disponibilidad para trabajar de la población joven fuera de la fuerza de trabajo, se encuentra que en el último año, los jóvenes que del todo no tienen disponibilidad aumentó en un 14% (+49.829 jóvenes), los disponibles para trabajar con limitaciones se redujo un 26% (-20.865) y los disponibles desalentados aumentaron un 8% (+1.037 jóvenes).

 

Por último, con respecto a los “ninis”, es decir, los jóvenes que ni estudian ni trabajan, preocupa que en el último año se incrementaron en un 10% (+16.628; 59% hombres y 41% mujeres), los que trabajan y estudian a la vez se redujeron en un 18% (-19.132 jóvenes), los que solo estudian aumentaron en 533 personas y los que solo trabajan en 1.666.

 

En total, en Costa Rica, en el primer trimestre del 2016 hay 184.561 “ninis” (representando el 21.7% del total de jóvenes), de ellos, el 41% son hombres y el 59% son mujeres. Además, el 32% busca empleo (entrarían en las estadísticas de desempleados), el 29% no estudia ni trabaja por atender obligaciones familiares –en su mayoría mujeres- y, el 39% no trabaja, no estudia y tampoco atiende obligaciones familiares (cerca de 72 mil jóvenes). 

 

En conclusión, existe una importante cantidad de personas que se han retirado del mercado laboral en el último año, y muchas de ellas son jóvenes. Lo preocupante no es que los jóvenes se salgan del mercado, en buena hora si es para completar sus estudios y para adquirir mayores habilidades que les permita insertarse al mercado más fácilmente y en mejores condiciones; no obstante, parece que esto no está sucediendo, ya que más bien la cantidad de “ninis” se ha venido engrosando y, con ello, las posibilidades de una mejor calidad de vida para ellos y sus familias en un futuro, se ven limitadas. 

 

Lo anterior aunado a que la economía costarricense ha venido presentando una clara transformación en su estructura productiva y en el mercado laboral, donde las mayores posibilidades de empleo y de mejor calidad se dan en áreas que requieren mayores niveles de calificación profesional y, por tanto, si esta población joven no adquiere una mayor preparación académica, muy posiblemente permanecerá dentro de las cifras de desempleo, dentro de la informalidad o enfrentándose a condiciones laborales desfavorables.

 

 

Roxana Morales Ramos

Observatorio de la Coyuntura Económica y Social, UNA /Para Hoy en el Campus