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Archivo de la noticia: Mayo 2011


Clonando esperanzas

 

Investigación desarrollada por el INISEFOR-UNA en la zona sur, pretende obtener un material genético de alta calidad para aumentar la producción y mejorar el aprovechamiento de plantaciones de melina y teca.


 

En el 2005 el país vivió una de las peores crisis de abastecimiento de madera nacional, provocada por un acelerado y desorganizado proceso de aprovechamiento de las plantaciones existentes,  y la disminución progresiva de la tasa anual de siembra. Esto generó  una tendencia creciente a la importación de productos de madera, con la consecuente caída del sector productivo nacional.

Durante los últimos años la Zona Sur se ha convertido en la fuente de abastecimiento de madera, la mayoría de las plantaciones de la zona fueron establecidas por la compañía Ston Forestal, que alquilaba terrenos a los propietarios para sembrar. Una vez que la compañía cerró sus operaciones, las plantaciones volvieron a sus dueños, pero la mayoría no recibe un manejo forestal que propicie un adecuado desarrollo de los árboles, es decir un verdadero cultivo de madera, por lo que la opción de los productores es venderlos a bajo precio, además que no ven el cultivo de árboles como una opción económicamente viable, capaz de mitigar los problemas de pobreza que hay en la zona.

Ante este panorama, el Instituto de Investigación y Servicios Forestales de la Universidad Nacional (INISEFOR-UNA), planteó junto a la Universidad de Costa Rica y el Instituto Tecnológico, el proyecto Mejoramiento de la capacidad productiva de pequeños y medianos reforestadores de la zona sur, que pretende que los productores realicen actividades productivas diversificadas y de manera integral.

“Los productores no quieren sembrar árboles, aún cuando el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (FONAFIFO), dispone de fondos suficientes para el pago por reforestación, prefieren dedicarse a la siembra de arroz o palma africana. Esta resistencia se debe a la falta de acompañamiento técnico que genere una cultura forestal propia para la zona, de la cual los productores se empoderen”, explicó Carlos Ávila, investigador del INISEFOR-UNA.

Este proyecto se financia por medio de los Fondos del Sistema del Consejo Nacional de Rectores (CONARE), dio inicio en el 2008 y la primera fase (establecimiento de ensayos en plantaciones y sistemas agroforestales modelo, seguimiento, evaluación de técnicas y análisis), finalizó en diciembre de 2010.

De acuerdo con Rafael Murillo, investigador del INISEFOR-UNA y coordinador del proyecto, en el 2008 se dio inicio con el establecimiento de ensayos. “Sembramos clones de melina y teca. Este es un material que tiene selección y mejoramiento genético, pero no es la pomada canaria, debe existir manejo forestal”.

Se trabaja  en seis bloques con seis individuos en cada uno. El objetivo es observar cómo se desarrollan los clones, su periodo de crecimiento y la calidad de los árboles, entre otros factores.

 “Antes usábamos el mismo fertilizante para todas las plantaciones. Estos ensayos nos han permitido conocer, la composición de los suelos, para determinar la cantidad y el tiempo para la aplicación. De igual forma se desarrollan técnicas para drenar el terreno, y generar las condiciones óptimas para el crecimiento de los clones”, explicó Murillo.

Según Ávila, toda la investigación que se está desarrollando es útil para los productores. “Nuestro objetivo es apoyar el sector, que puedan obtener madera útil no solo para construir tarimas, sino que tengan la calidad para suplir aserraderos y transformarse en productos de mucho más valor, con el beneficio económico que eso representa para los productores al quedar las ganancias de toda la cadena de producción en la zona”.

En noviembre de este año se realizará un evento para dar a conocer muchos de los resultados obtenidos, con el fin de hacer accesible a los interesados la información y que se ponga en práctica y sirva de impulso para reactivar la producción forestal.