“Las aguas de los mares o ríos siempre han servido para reconocer límites entre pueblos o naciones”… Este pensamiento abrió la charla “Hidro-política en América Central y el Caribe”, impartida por Alexander López, director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UNA.
Los nacientes de agua son de vital importancia para todos los seres vivos. Ésta, aparte de ser el elemento que nos mantiene vivos, se convirtió en parte esencial para nuestro desarrollo económico y social. Sin embargo, el tema central de la exposición “Hidro-política en América Central y el Caribe” de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA), impartida por Alexander López, fue el manejo de las cuencas hidrográficas en los esquemas de gobernabilidad de todos los países de Centroamérica con un área de 500 000 metros cuadrados. La pregunta: ¿cómo administrar un sistema ecológico ambiental altamente integrado dentro de las complejidades de una región?
López comentó que Centroamérica es un área fragmentada políticamente e integrada en la parte económica y ambiental; estos países cuentan con 23 cuencas transfronterizas, 3 tienen el 60% de su territorio dentro de estas cuencas.
Lo transcendental, según el expositor, es la urgencia de crear institucionalidad dentro de la de las cuencas, una administración que puede crear diplomacia entre las naciones para asegurar los beneficios que pueda traer el agua a todas y todos los pobladores. “Es vital para estas naciones crear organizaciones- comités- consejos- administraciones que garanticen reducción de costos de operación en las cuencas; así además se evitaría el gasto excesivo en la Corte Internacional de la Haya, tal como se dio el año anterior en la disputa entre Costa Rica y Nicaragua por la soberanía del río San Juan”, advirtió el expositor.
“Esto nos lleva a aceptar un cierto nivel de madurez político entre las naciones de Centroamérica, es posible que podamos crear procesos jurídicos y asignar roles tal como se dio en Europa con la cuenca del río Rin”, señaló.
López concluyó considerando que el recurso hídrico lejos de ser un motivo para conflictos geopolíticos debe de ser un argumento para crear consenso, acciones de conservación, cooperación y procesos de internalización para así asegurar la vida en el planeta.
López comentó que Centroamérica es un área fragmentada políticamente e integrada en la parte económica y ambiental; estos países cuentan con 23 cuencas transfronterizas, 3 tienen el 60% de su territorio dentro de estas cuencas.
Lo transcendental, según el expositor, es la urgencia de crear institucionalidad dentro de la de las cuencas, una administración que puede crear diplomacia entre las naciones para asegurar los beneficios que pueda traer el agua a todas y todos los pobladores. “Es vital para estas naciones crear organizaciones- comités- consejos- administraciones que garanticen reducción de costos de operación en las cuencas; así además se evitaría el gasto excesivo en la Corte Internacional de la Haya, tal como se dio el año anterior en la disputa entre Costa Rica y Nicaragua por la soberanía del río San Juan”, advirtió el expositor.
“Esto nos lleva a aceptar un cierto nivel de madurez político entre las naciones de Centroamérica, es posible que podamos crear procesos jurídicos y asignar roles tal como se dio en Europa con la cuenca del río Rin”, señaló.
López concluyó considerando que el recurso hídrico lejos de ser un motivo para conflictos geopolíticos debe de ser un argumento para crear consenso, acciones de conservación, cooperación y procesos de internalización para así asegurar la vida en el planeta.
