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Archivo de la noticia: Junio 2010


Testigo del dolor haitiano

 

Francisco Miranda Muñoz, ingeniero civil del Área de Planeamiento Espacial de la UNA, fue designado para realizar una valoración de las casas de los funcionarios del IICA en Haití, luego del terremoto que azotó a esa isla caribeña.

 


 

 

Como parte de un convenio entre la Universidad Nacional (UNA) y el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura en Costa Rica (IICA), Francisco Miranda Muñoz, Ingeniero Civil del área de Planeamiento Espacial, fue designado para visitar Haití a finales de marzo, con el fin de realizar una valoración de las casas de los funcionarios del IICA que habitan en esa isla caribeña. A pesar de que el viaje formó parte de su trabajo, las secuelas del terremoto las vivió en carne propia.

Con palabras entrecortadas, Miranda comentó que desde el punto de vista humano el viaje a Haití le sirvió para entender el verdadero concepto de la pobreza extrema. “El hecho que en Costa Rica aún existan personas viviendo en tugurios, no se compara con la situación social de los haitianos, ya que la mayoría tienen que vivir con menos de un dólar al día, sin un techo seguro y sin condiciones de salud. Es espeluznante ver a seres humanos desnudos por las calles”, detalló Miranda.

Relató además que el lugar en donde lo hospedaron no estaba en óptimas condiciones y por su conocimiento sabía que de ocurrir un sismo corría el riesgo de morir aplastado. Sobre todo porque la mayoría de las edificaciones de Haití no se diseñaron basadas en un código de construcción ni sísmico y la mayoría de los cielo rasos son de losas de concreto.

De las 20 casas valoradas por el ingeniero Miranda en Haití, solo cuatro o cinco pueden ser reparadas, el resto de las edificaciones se debe demoler, pues incluso los materiales que se utilizan en las construcciones son de pésima calidad. Esto debido a que el concreto utilizado se confecciona con piedra caliza, la mayoría de las edificaciones se ubican sobre empedrados sin estructuras de cimientos que las soporten, las casas carecen de vigas, refuerzos y la varilla de tres octavos muy utilizada en construcción se encuentra totalmente herrumbrada.

“Un aspecto que provocó una gran cantidad de colapsos de viviendas en Haití, es el crecimiento vertical de viviendas. Al ser Haití un país caribeño insular es golpeado constantemente por ciclones, por lo que el uso de losas de techo es tradicional en vez del uso de techos livianos como se utilizan en Costa Rica, esto además de representar un peso excesivo en las construcciones mal elaboradas, permite que las personas construyan pisos adicionales sobre las losas de techo y con las mismas deficiencias constructivas antes indicadas”, recalco Miranda.

En el informe presentado al IICA, Miranda recomienda que es urgente mejorar las prácticas constructivas en Haití, en vista de que se conoce de la existencia de fallas tectónicas al norte y sur del país que pueden generar sismos de magnitud superior a 7, por lo que la aplicación de códigos y normas de diseño sismorresistente es un tema urgente y necesario para evitar la pérdida de tantas vidas humanas en el país por efecto de movimientos sísmicos.