Más del 85% de los jóvenes considera que el Estado costarricense les garantiza “poco” o “nada” el empleo y la vivienda, según investigación realizada por el IDESPO.
Acciones que garanticen la obtención de empleo y vivienda reclaman del Estado los jóvenes costarricenses, según muestra la encuesta “Percepciones de Políticas Públicas para la Juventud Costarricense”, realizada por el Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO), en alianza con el Consejo Nacional de la Política Pública de la Persona Joven.
La encuesta, efectuada en marzo de 2010, revela que la mayoría de los jóvenes consultados considera que el Estado garantiza “poco” (73,4%) o “nada” (11,7%) su acceso al empleo.
Tampoco ven los jóvenes apoyo del Estado para emprender sus propios negocios. El 74% estima que no se respalda a la juventud para formación, capacitación y otras acciones dirigidas a emprender sus propias empresas.
El reclamo de los jóvenes parece justificado, cuando al consultárseles si la semana pasada habían realizado algún trabajo, casi la mitad (48%) respondió que no, mientras que el 40% dijo haberlo hecho por un salario y un 6.4% para sus negocios o ayudas familiares pero sin pago.
No por casualidad, promover el empleo es una de las tres principales acciones que tomarían los jóvenes si tuviesen la oportunidad de ser nombrados en un puesto de decisión política.
En el caso de la vivienda, el 68% respondió que su derecho a ésta se les garantiza “poco”, en tanto que un 17,4% considera que “nada”. En cuanto a cuáles son los problemas principales problemas de los jóvenes para obtener casa propia, resalta la baja capacidad de sus ingresos en relación con el incremento en el costo de vida actual (90%), en segundo lugar el desempleo (75,9%), en tercer lugar el aumento de la pobreza (74,5%) y seguido muy de cerca la falta de apoyo del Estado para adquisición de casa propia (74,2%).
El 55% de los entrevistados habita en casa propia, adquirida por su familia, mientras que 30% de ellos han obtenido vivienda mediante préstamos o bonos. Al respecto, la investigadora del IDESPO, Blanca Rosa Gutiérrez, subraya que los datos son consistentes con encuestas anteriores, donde se observa cómo la adquisición de una vivienda propia proviene de un legado de políticas históricas que, en el pasado, facilitaron la dotación de vivienda. En criterio de la especialista, esto llama la atención sobre la necesidad de revisar las actuales políticas públicas de vivienda para los jóvenes.
Gutiérrez considera importante resaltar el hecho de que los jóvenes mayoritariamente señalen su bajo poder adquisitivo, así como la falta de apoyo del Estado como obstáculos para obtener vivienda propia. En ese sentido, insiste en que urge la formación de políticas públicas que abran la posibilidad de ahorro para la vivienda y otras decisiones importantes en la vida de los jóvenes.
La encuesta, efectuada en marzo de 2010, revela que la mayoría de los jóvenes consultados considera que el Estado garantiza “poco” (73,4%) o “nada” (11,7%) su acceso al empleo.
Tampoco ven los jóvenes apoyo del Estado para emprender sus propios negocios. El 74% estima que no se respalda a la juventud para formación, capacitación y otras acciones dirigidas a emprender sus propias empresas.
El reclamo de los jóvenes parece justificado, cuando al consultárseles si la semana pasada habían realizado algún trabajo, casi la mitad (48%) respondió que no, mientras que el 40% dijo haberlo hecho por un salario y un 6.4% para sus negocios o ayudas familiares pero sin pago.
No por casualidad, promover el empleo es una de las tres principales acciones que tomarían los jóvenes si tuviesen la oportunidad de ser nombrados en un puesto de decisión política.
En el caso de la vivienda, el 68% respondió que su derecho a ésta se les garantiza “poco”, en tanto que un 17,4% considera que “nada”. En cuanto a cuáles son los problemas principales problemas de los jóvenes para obtener casa propia, resalta la baja capacidad de sus ingresos en relación con el incremento en el costo de vida actual (90%), en segundo lugar el desempleo (75,9%), en tercer lugar el aumento de la pobreza (74,5%) y seguido muy de cerca la falta de apoyo del Estado para adquisición de casa propia (74,2%).
El 55% de los entrevistados habita en casa propia, adquirida por su familia, mientras que 30% de ellos han obtenido vivienda mediante préstamos o bonos. Al respecto, la investigadora del IDESPO, Blanca Rosa Gutiérrez, subraya que los datos son consistentes con encuestas anteriores, donde se observa cómo la adquisición de una vivienda propia proviene de un legado de políticas históricas que, en el pasado, facilitaron la dotación de vivienda. En criterio de la especialista, esto llama la atención sobre la necesidad de revisar las actuales políticas públicas de vivienda para los jóvenes.
Gutiérrez considera importante resaltar el hecho de que los jóvenes mayoritariamente señalen su bajo poder adquisitivo, así como la falta de apoyo del Estado como obstáculos para obtener vivienda propia. En ese sentido, insiste en que urge la formación de políticas públicas que abran la posibilidad de ahorro para la vivienda y otras decisiones importantes en la vida de los jóvenes.
