La UNA responde a los retos del desarrollo del país con nuevas carreras acordes con las necesidades de las áreas rurales, como es el caso del Diplomado en Manejo de Fincas, cuya I promoción la conforman 25 estudiantes del campus Sarapiquí, seis de los cuales destacaron la combinación de protección ambiental y productividad.
El país está inmerso en la carrera del desarrollo, las necesidades y preocupaciones de la población no son las mismas, y ante los nuevos retos, las universidades deben responder formando profesionales capaces de enfrentar el cambio.
“Una de nuestras mayores preocupaciones se centra en las regiones, queremos desarrollar planes de estudio acordes con las necesidades de los pobladores de las áreas rurales y brindarles a las nuevas generaciones, las herramientas necesarias para que se inserten en el modelo productivo de la región”, comentó Sandra León, vicerrectora Académica de la Universidad Nacional.
Con este objetivo, se imparte por primera vez en el campus Sarapiquí, el diplomado en Manejo Integrado de Fincas, cuyo objetivo es formar técnicos capaces de enfrentar el dilema productivo en una finca, manejarla de forma integral de acuerdo a la actualidad nacional y asumir el reto de organizarse y buscar negocios para comercializar los productos que se obtendrían.
La propuesta académica, fue diseñada por un grupo interdisciplinario de académicos del Instituto de Investigación y Servicios Forestales, la Escuela de Ciencias Agrarias, la Escuela de Ciencias Ambientales, el Instituto Regional en Estudios de Sustancias Tóxicas, la Escuela de Geografía, Medicina Veterinaria y en un inicio de la propuesta la Escuela de Economía, quienes plantearon establecer un plan de estudios innovador, enfocado en la mejora de la productividad de las fincas de pequeños y medianos productores.
“Lo que más me llamó la atención es que era una carrera que combina la parte ambiental con la productividad de la zona”, comentó la estudiante Ivette Agüero.
Para Greivin Cruz, esta era la carrera que hacía falta, no solo para Sarapiquí, sino para todo el país, donde se aprovechen los recursos que tenemos en la tierra y se trabaje en armonía con el ambiente.
“Esta carrera abarca muchas áreas, espero que cuando nos graduemos seamos profesionales capaces de ayudar a Costa Rica a crecer económicamente sin hacerle más daño a la naturaleza”, indicó Freddy González.
Estos jóvenes coinciden en que esta no es solo una opción de estudio, sino la oportunidad que tienen de formarse como profesionales para obtener un buen empleo que les permita crecer como personas y ayudar no solo a la economía familiar sino al desarrollo económico nacional.
Más opciones
Al norte del país, en la Fortuna de San Carlos, también se imparte por primera vez el diplomado en Educación Rural con énfasis en I y II ciclo a cargo del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE-UNA), cuyo objetivo es llegar a zonas rurales de escasos recursos, donde la gente trabaja entre semana y puede aprovechar los sábados para ir a clases. Este diplomado ya ha sido desarrollado con éxito en la zona de San Vito y se imparte además a un grupo de estudiantes ngöbes en la sede de Corredores.
Por último, se imparte en el campus Omar Dengo, el diplomado en Gestión Municipal, coordinado por la Escuela de Planificación y Promoción Social, la Escuela de Geografía y la Escuela de Topografía, Catastro y Geodesia.
