El filósofo y catedrático de la UNAM, Horacio Cerutti, abogó por la integración de la universidad pública latinoamericana, durante la conferencia inaugural del curso lectivo 2010 de la UNA, en el Auditorio Clodomiro Picado.
“¿Qué estamos esperando para concretar la Universidad pública de nuestra América?”, cuestionó el filósofo y latinoamericanista Horacio Cerutti, durante la conferencia “La responsabilidad pública de las universidades en nuestra América”, con la cual se inauguró el curso lectivo 2010 en la Universidad Nacional (UNA), el 25 de febrero en el Auditorio Clodomiro Picado del Campus Omar Dengo.
Para el pensador, es preciso que las universidades de la región lleguen a integrarse de tal modo que los cursos que realicen los estudiantes en una universidad sean reconocidos en otra, lo que daría una riqueza extraordinaria porque “no hay como conocer la cotidianidad de nuestros países”. Subrayó que “de la cercanía nace el amor”, de ahí que esta sea la única forma de trabajar desde una perspectiva “nuestroamericana” y cumplir así con la dimensión de universidad pública.
Cuando se habla de universidad pública –destaca Cerutti- se hace referencia a una institución que compete a todos y a la que todos deberían tener acceso. La dimensión pública tiene que ver con las tres tareas fundamentales de la universidad, como son la investigación, docencia y extensión o difusión de la cultura.
Por investigación, se alude a la producción de nuevos conocimientos sobre aspectos de la realidad. Docencia se refiere a la producción de nuevos conocimientos, y extensión o difusión, a la puesta en consideración de lo producido ante la comunidad académica y la sociedad en general, con el fin de ser evaluado y apreciado. De esta forma –según Cerutti- se expresa el compromiso público de las universidades.
Lamentó que las universidades públicas de América Latina hayan adoptado acríticamente, sin adaptaciones, propuestas válidas en Estados Unidos, que lo que han provocado en nuestros países es un desbordamiento inmanejable de actividades administrativas y burocráticas, que dejan poco tiempo para la labor fundamental de la universidad, como es la academia.
Ante este panorama, Cerutti hizo una convocatoria enfática a recuperar espacios protagónicos en todos los ámbitos académicos de manera urgente, tomando en cuenta que “de nuestros quehaceres dependerán los logros de una recuperación de la dimensión pública responsable de nuestras universidades”.
Para el pensador, es preciso que las universidades de la región lleguen a integrarse de tal modo que los cursos que realicen los estudiantes en una universidad sean reconocidos en otra, lo que daría una riqueza extraordinaria porque “no hay como conocer la cotidianidad de nuestros países”. Subrayó que “de la cercanía nace el amor”, de ahí que esta sea la única forma de trabajar desde una perspectiva “nuestroamericana” y cumplir así con la dimensión de universidad pública.
Cuando se habla de universidad pública –destaca Cerutti- se hace referencia a una institución que compete a todos y a la que todos deberían tener acceso. La dimensión pública tiene que ver con las tres tareas fundamentales de la universidad, como son la investigación, docencia y extensión o difusión de la cultura.
Por investigación, se alude a la producción de nuevos conocimientos sobre aspectos de la realidad. Docencia se refiere a la producción de nuevos conocimientos, y extensión o difusión, a la puesta en consideración de lo producido ante la comunidad académica y la sociedad en general, con el fin de ser evaluado y apreciado. De esta forma –según Cerutti- se expresa el compromiso público de las universidades.
Lamentó que las universidades públicas de América Latina hayan adoptado acríticamente, sin adaptaciones, propuestas válidas en Estados Unidos, que lo que han provocado en nuestros países es un desbordamiento inmanejable de actividades administrativas y burocráticas, que dejan poco tiempo para la labor fundamental de la universidad, como es la academia.
Ante este panorama, Cerutti hizo una convocatoria enfática a recuperar espacios protagónicos en todos los ámbitos académicos de manera urgente, tomando en cuenta que “de nuestros quehaceres dependerán los logros de una recuperación de la dimensión pública responsable de nuestras universidades”.
