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Archivo de la noticia: Marzo 2012


Forjadores de la UNA: Marco Tulio Salazar

 

Con los primeros aguaceros de 1904, el 29 de mayo nació en Barva de Heredia, Marco Tulio Salazar, a quien le correspondió en la década de los años 40 del siglo pasado comprar los terrenos donde hoy se erige la UNA.


 

Días antes de su nacimiento habían comenzado los preparativos para la construcción del Canal de Panamá. En ese mismo mes, en Zúrich, Suiza, se fundada la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) y solo un mes antes el periódico estadounidense Daily Illustrated Mirror publicaba, por primera vez en la historia, una fotografía en color.

Con los primeros aguaceros de 1904, el 29 de mayo, nació en Barva de Heredia, Marco Tulio Salazar Salazar, a quien le correspondió en la década de los años 40 del siglo pasado comprar los terrenos donde hoy se erige la Universidad Nacional (UNA). Actualmente el auditorio del Centro de Investigación en Docencia y Educación (CIDE) lleva el nombre del Dr. Marco Tulio Salazar Salazar como un homenaje al maestro.

En un ambiente pacífico y propio de la abundancia que crea la autosuficiencia creció Salazar, quien asistió a las escuelas Pedro Murillo Pérez de Barva, y República Argentina en el centro de Heredia. Ahí realizó sus estudios primarios, posteriormente ingresaría a la Escuela Normal de Costa Rica, en la cual cursó la secundaria y se formaría como educador. Omar Dengo Guerrero, Roberto Brenes Mesén, Joaquín García Monge y Luis Dobles Segreda, fueron algunos de sus mentores, quienes vertieron en él sus ideas humanistas.

Apenas comenzaba a desempeñarse como maestro en la Escuela Pedro Murillo Pérez, en 1925, cuando el gobierno le otorgó una beca para estudiar en la Universidad Libre de Bruselas, Bélgica, donde obtuvo una licenciatura en educación y un doctorado en sociología que, para las condiciones de la época representaba toda una hazaña, pues fue el primer costarricense que obtuvo tal logro en ese campo. Fue precisamente Omar Dengo, director de la Escuela Normal, quien le dio la noticia sobre la beca.

En Bélgica, encontró el amor de su vida, Simonne Marie Louviau Lafaire, con quien se casó en 1930 y procreó a sus hijas Christine Raymonde y Ana Lucía.

A su regreso al país se reincorpora a la labor docente y se desempeñó como profesor y director de la Escuela Normal de Costa Rica y profesor de sociología en la Universidad de Costa Rica, entonces la única del país. Pero también incursionó en la política, como regidor y presidente de las municipalidades de Barva y de Heredia.

En 1940 y el presidente de la República, Rafael Ángel Calderón Guardia le encomendó la dirección de Escuela Normal. Mientras ocupaba tal cargo un día se encontró con Víctor Rosabal, hombre de recursos económicos y heredero de una propiedad de poco más de seis manzanas en el centro de la ciudad, quien le ofreció vender la propiedad a la Normal por la suma de 50 mil colones. En 1953 se construía ahí, la Escuela Normal (Escuela Normal Superior, en 1968), y en 1973 esta institución desaparece para dar paso a la Universidad Nacional, cuyo campus recibiría luego el nombre de Omar Dengo.

Don Marco Tulio, siempre dijo a sus amigos que le gustaría morir de día, porque quienes mueren de día de seguro irían al cielo, y en la mañana soleada del martes 27 de  marzo, a los 97 años, el maestro emprendió su último viaje.