El Procame estudia el exceso de sonidos en los cascos urbanos, lo que se conoce como contaminación sónica, la cual puede afectar la salud de trabajadores y visitantes.
La aceleración de las motocicletas, los equipos de las tiendas en un sinnúmero de géneros musicales, o la constante producción de una determinada industria, generan un exceso de sonidos en los cascos urbanos que se conoce como contaminación sónica, la cual puede causar trastornos de ansiedad, mal humor e irritabilidad a quienes transiten por la ciudad.
De febrero a junio de 2015, el Programa de Estudios en Calidad, Ambiente y Metrología (Procame) de la Escuela de Ciencias Ambientales (Edeca-UNA), realizó un mapa de ruido en el casco central de Alajuela y sus alrededores. Se tomaron en cuenta 16 sitios de muestreo en las zonas urbano residencial, comercial e industrial, donde se incluyen bares, escuelas, terminales de autobuses, y el mercado central entre otros.
El área total mapeada, excluyendo la zona del Coyol, fue de aproximadamente 2013 hectáreas, de las cuales el 62,7 % correspondió a sitios que registran un nivel continuo equivalente de ruido menor o igual a lo permitido por la ley en la zona urbana, el porcentaje restante sobrepasa ese límite y se ubica en su mayoría en la parte comercial del distrito central.
“El comportamiento en este periodo es lo normal para las áreas urbana, dado que para inicio de año las instituciones de enseñanza pública no han iniciado lecciones y por ello se reduce la flota vehicular. Conforme avanza el año la actividad tiende a normalizarse, lo que implica un aumento en el número de actividades y movimiento vehicular, y por ende una mayor concentración de ruido”, explicó Karla Vetrani.
De los sitios de muestreo se desprende que las áreas con mayor impacto sonoro fueron el bar 99, las terminales de buses El Roble y Tuasa, Bar el Pipiolo y el Mercado.
De acuerdo con Vetrani, durante este periodo, las zonas residencial e industrial se mantuvieron con los niveles de ruido permitidos por la ley, no así la zona comercial, que siempre presentó niveles altos.
“Esta es la zona más crítica, domina en ocupación el casco central de Alajuela y presentó valores extremos donde para pobladores y trabajadores que permanecen a diario en el área podrían ser perjudiciales para la salud”.
El objetivo de este estudio, solicitado por la Municipalidad de Alajuela, es contar con los insumos para desarrollar nuevas propuestas de planificación urbana, en beneficio del ordenamiento vial y la calidad de vida de los habitantes.
Pioneros
De acuerdo con Manfred Murrell, responsable técnico del Laboratorio de Metrología del Procame, en el 2014 se firmó un convenio con el Ministerio de Salud de Chile, que significó la formación y el intercambio constante de información entre expertos chilenos y el personal académico de la Edeca-UNA, posicionando el programa a nivel nacional en todo lo relacionado al ruido como agente contaminante, dijo.
El año anterior, se realizaron dos encuentros de metrología, donde se abordaron temas como la metrología acústica, la situación actual de la metrología, experiencias de formación y futuro para este campo.
¿Qué es?
La metrología se define en su forma más sencilla, como la ciencia dedicada a las mediciones y la búsqueda de la conformidad en todos aquellos procesos en los que es necesario que un instrumento o equipo tome alguna medida, la cual será considerada para la toma de decisiones en la elaboración de un producto o cuando se brinda un servicio.
“Cuando vamos al supermercado y el precio de un producto está determinado por su peso, es de suma importancia que el equipo utilizado para pesar esté calibrado; o sea, que desde el punto de vista metrológico, este instrumento haya pasado por un procedimiento de comparación con otro equipo de mayor calidad, que nos permita saber qué tan desviado está con respecto a los valores verdaderos que debería estar reportando.
La metrología se encarga de indicar si la "maría" del taxi en el que nos montanos está cobrándonos más de lo debido porque tiene errores en el proceso de medición de las distancias, en donde en lugar de relacionar el recorrido de un kilómetro con el pago correspondiente, el equipo indica que se recorrió kilómetro y medio, por lo que deberíamos pagar 500 metros de más”, explicó Ligia Bermúdez, coordinadora del Procame.
Otra aplicación práctica, de acuerdo con Bérmúdez, es cuando se necesita combustible para e vehículo y se solicita "x" cantidad de producto. “Si la máquina dispensadora de combustible estuviera descalibrada, podría entregar menos producto del solicitado, quedando el cliente en desventaja ante las circunstancias, ya que este tipo de situaciones no son detectadas por los clientes, a menos que conozcan del tema y exijan la calibración de los instrumentos de medición o que las instituciones encargadas de velar por proteger al consumidor, promuevan prácticas metrológicas como la calibración rutinaria de los equipos”.
Para Murrell, con los años el programa ha hecho esfuerzos para que estos temas sean comprendidos tanto por sus clientes como por la comunidad nacional. “Para este año se aprobaron proyectos sobre la implementación de estrategias ecoeficientes en instituciones públicas y sobre aseguramiento metrológico en pequeñas empresas de la industria alimentaria, como parte de la estrategia para fortalecer los encadenamientos de las Pymes con los grandes sectores productivos”.
