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Archivo de la noticia: Setiembre 2010


Emisor del Islam

 

Doctor en teología basado en la dimensión islámica y guía religioso de comunidades musulmanas en distintos países de Latinoamérica, Suhail Assad dirigió el conversatorio “El Islam y el diálogo intercultural”, invitado por el Programa Pensamiento Alternativo.

 


 

De origen libanés y con más de una década de residir en Irán, donde finaliza diversas investigaciones, Suhail Assad visitó la Universidad Nacional (UNA) para dirigir el conversatorio “El Islam y el dialogo intercultural”, el 14 de setiembre, invitado por el Programa Pensamiento Social Alternativo de la Facultad de Ciencias, coordinado por el académico Gerardo Morales de la Facultad de Ciencias Sociales.

Assad -quien participó en el conversatorio gracias al concurso de Madhi Chinchilla del Centro Cultural Sahar- criticó la posición de algunas cadenas noticiosas de ubicar como opuestos al islamismo y al cristianismo. Explicó, por ejemplo, que ambas religiones son monoteístas, ya que creen en la existencia de un solo Dios; además, comentó que en el Corán se destaca a Jesús en varios pasajes como uno de los profetas.

Assad explicó que el islam es más que una religión, ya que no se circunscribe a lo espiritual y lo moral, sino que constituye una cultura que abarca todas las áreas de la vida de las personas, incluyendo el ámbito político. En ese sentido, no hay separación entre el Estado y la religión en las naciones islámicas.

El teólogo se refirió también al Yihad, argumentando que en árabe significa esfuerzo en el camino por defender los preceptos de Dios o Allah, y que en Occidente se ha traducido erróneamente como guerra santa. Al respecto, señaló que los musulmanes están obligados a defender sus derechos, entre ellos el territorio, por lo que si son atacados con violencia, deberán responder de la misma forma para restituir los derechos que les asisten.

En cuanto al papel de la mujer, Assad manifestó que en el Corán –a diferencia de la Biblia- hombre y mujer son creados por Dios en forma independiente, lo que –en su criterio- implica que se les conceden a ambos derechos igualitarios. En lo que se refiere a la vestimenta, según Assad, el hecho de que ellas deban cubrirse es una cuestión cultural, que ha protegido a la mujer de ser vista  como objeto sexual –como ocurre en occidente- y ha permitido que la atención se fije en otras cualidades más allá del cuerpo, como el espíritu y el intelecto.