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Archivo de la noticia: Setiembre 2010


Por los derechos de la población LGBT

 

Invitada por la Maestría en Administración de Justicia, que coordina José Carlos Chinchilla, la argentina María Rachid narró la lucha que culminó con la aprobación de la Ley del Matrimonio Igualitario en su país, la cual abrió este derecho jurídico a lesbianas, gays y transexuales.

 


 

El Poder Ejecutivo, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, la vía judicial y la sociedad civil fueron los diferentes flancos desde los cuales los activistas LGTB de Argentina libraron la lucha que culminó con la reciente aprobación de la Ley del Matrimonio Igualitario, según narró María Rachid,  líder de la Federación Argentina LGTB, durante una exposición en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional (UNA).

Invitada por la Maestría en Administración de Justicia, que coordina el sociólogo José Carlos Chinchilla, Rachid destacó que el derecho al matrimonio no es lo principal, sino la defensa de la igualdad y la dignidad de todo tipo de parejas. “La aprobación del matrimonio para todos y todas no es solo un reconocimiento de derechos civiles, sino de un derecho humano”. Explicó que la población LGTB tiene derecho –que le asiste a todos los seres humanos- de que se reconozca su diversidad y se les trate de manera igualitaria.

Otro derecho humano que se violenta al no permitirse el matrimonio entre parejas del mismo sexo o transexuales es el de  “protección de la familia”. Rachid fue enfática en que ya existen familias compuestas por parejas lesbianas o gays y sus hijos, construidas por el amor y el interés de protegerse mutuamente, cuyos derechos deben ser protegidos.

La líder de la Federación LGTB Argentina señaló que el camino hacia la igualdad en su país estuvo acompañada por un “estado presente”, representado por altos funcionarios, quienes no solo convocaron a los activistas LGTB, sino que se enfrentaron a la jerarquía de la Iglesia Católica para defender el derechos de todos y todas al matrimonio.

También organizaciones sociales manifestaron su anuencia con el matrimonio igualitario. Entre los primeros aliados destacaron los periodistas, quienes llevaron información a la gente, de manera que sus prejuicios se fueron desarmando –según Rachid- en la medida en que se iban informando. Luego se sumaron centrales de trabajadores, organizaciones estudiantiles e incluso religiosas. “Los únicos que quedaron del otro lado fueron la jerarquía de la Iglesia Católica y algunos pastores evangélicos”, destacó la representante de la Federación LGTB Argentina.

Rachid espera que la igualdad jurídica se traduzca en un cambio cultural, de manera que se elimine la discriminación, expresada en actitudes y comportamientos violentos, que aún persisten contra la dignidad de la población LGTB.