Abordar la problemática ambiental con estrategias formativas centradas en el compartir, en la diversión y el aprendizaje en conjunto, es uno de los propósitos del Club Educativo Ecológico, impulsado por el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA) del CIDE, en coordinación con el Programa UNA Campus Sostenible.
¿Quieres divertirte?, ¿Sabes lo que significa ecoalfabetización?, ¿Quieres pertenecer a un club?. Esta es tu oportunidad se trabajar por una misma preocupación: garantizar el bienestar de las generaciones de niños y niñas que ya han nacido.
Abordar la problemática ambiental con estrategias formativas muy centradas en el compartir, en la diversión y el aprendizaje en conjunto, es uno de los propósitos del Club Educativo Ecológico, que impulsa el Centro de Investigación en Docencia y Educación (CIDE) y el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia, en coordinación con el Programa UNA Campus Sostenible, de la Universidad Nacional.
Alexa Jengich, impulsora de la iniciativa, aseguró que la idea es promover actividades que contribuyan a la sostenibilidad y por ende, a garantizar el derecho a la salud y el bienestar de las generaciones de niños y niñas que ya han nacido.
Por tal razón, invita a los estudiantes universitarios y al público general, particularmente a los niños a formar parte de este Club que se dedicará al cuidado del medio ambiente, con actividades que impacten favorablemente en la conciencia ecológica de los y las jóvenes estudiantes universitarios, y en forma multiplicativa, a los niños y niñas en los centros educativos de las diferentes comunidades
Ecoalfabetización
“Hemos sentido la necesidad que el CIDE asuma un liderazgo en lo que corresponde a la ecoalfabetización, tanto a nivel de la educación formal como no formal, sin descartar la organización y la participación en actividades formales académicas como serían los comentarios de libros, las mesas redondas, los coloquios u otros, dijo Jengich.
La idea de formar un club, surge de la necesidad de estructurar y aglutinar dentro de lo posible, algunas actividades académicas tendientes a la ecoalfabetización y de planificar acciones educativas concretas que permitan introducir una dimensión ambiental en toda la vida universitaria.
Se busca generar, según indicó Jengich, una cohesión grupal que facilite la formación integral de los y las participantes, como también, que se pueda dar continuidad a las iniciativas que vayan surgiendo de parte de los miembros del club.
Al ser un club, se contará con el espacio necesario para que se genere un sentido de pertenencia y también se buscará realizar actividades académicas recreativas, porque al hablar del deterioro ambiental que provocamos, la situación se tiende a ver con un gran pesimismo y desesperanza, incluso en algunos sectores se llega a pensar que “ya no hay nada que hacer”.
Sabemos que estamos poniendo en riesgo a todas las especies, incluyendo la nuestra, de allí la urgencia de trabajar juntos y juntas por una misma preocupación.
Las reuniones dieron inicio este jueves 8 de abril y se mantendrán los días jueves de las 3 a las 5 p.m en el CIDE
Abordar la problemática ambiental con estrategias formativas muy centradas en el compartir, en la diversión y el aprendizaje en conjunto, es uno de los propósitos del Club Educativo Ecológico, que impulsa el Centro de Investigación en Docencia y Educación (CIDE) y el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia, en coordinación con el Programa UNA Campus Sostenible, de la Universidad Nacional.
Alexa Jengich, impulsora de la iniciativa, aseguró que la idea es promover actividades que contribuyan a la sostenibilidad y por ende, a garantizar el derecho a la salud y el bienestar de las generaciones de niños y niñas que ya han nacido.
Por tal razón, invita a los estudiantes universitarios y al público general, particularmente a los niños a formar parte de este Club que se dedicará al cuidado del medio ambiente, con actividades que impacten favorablemente en la conciencia ecológica de los y las jóvenes estudiantes universitarios, y en forma multiplicativa, a los niños y niñas en los centros educativos de las diferentes comunidades
Ecoalfabetización
“Hemos sentido la necesidad que el CIDE asuma un liderazgo en lo que corresponde a la ecoalfabetización, tanto a nivel de la educación formal como no formal, sin descartar la organización y la participación en actividades formales académicas como serían los comentarios de libros, las mesas redondas, los coloquios u otros, dijo Jengich.
La idea de formar un club, surge de la necesidad de estructurar y aglutinar dentro de lo posible, algunas actividades académicas tendientes a la ecoalfabetización y de planificar acciones educativas concretas que permitan introducir una dimensión ambiental en toda la vida universitaria.
Se busca generar, según indicó Jengich, una cohesión grupal que facilite la formación integral de los y las participantes, como también, que se pueda dar continuidad a las iniciativas que vayan surgiendo de parte de los miembros del club.
Al ser un club, se contará con el espacio necesario para que se genere un sentido de pertenencia y también se buscará realizar actividades académicas recreativas, porque al hablar del deterioro ambiental que provocamos, la situación se tiende a ver con un gran pesimismo y desesperanza, incluso en algunos sectores se llega a pensar que “ya no hay nada que hacer”.
Sabemos que estamos poniendo en riesgo a todas las especies, incluyendo la nuestra, de allí la urgencia de trabajar juntos y juntas por una misma preocupación.
Las reuniones dieron inicio este jueves 8 de abril y se mantendrán los días jueves de las 3 a las 5 p.m en el CIDE
