Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Archivo de la noticia: Abril 2010


¿Predecir el fracaso o el éxito escolar?

 

Académicos de la Escuela de Ciencias del Deporte de la UNA desarrollaron un instrumento  que contribuiría a detectar a tiempo problemas de  fracaso escolar,  con lo que se podría evitar la repitencia.

 


 

Poco más de medio millón de niños cursan anualmente los niveles de preescolar y  primaria en nuestro país, de ellos, un porcentaje significativo son estudiante repitentes,  situación que causa múltiples dificultades, no sólo para los niños y las niñas afectados directamente, sino para sus familias y para el Estado.

Según estimaciones del Ministerio de Educación Pública (MEP), en el año 2006 un total de 12650 escolares repetían el primer grado, lo que significó el 12.8% de la población que ese año cursaba el primer grado del Ciclo Básico.

En los últimos diez años el sistema educativo costarricense ha experimentado la existencia de una población entre los 35 y los 45 mil escolares repitentes, o sea entre un  10 y un 15% de la población escolar ubicada en el Ciclo Básico.  Esto representa un gasto extra en salarios para los maestros de primaria de 2.500.000.000 millones de colones.

Identificar problemas

Académicos de la Universidad Nacional, están convencidos que en muchos casos de repitencia, la situación se podría evitar si los jardines de niños y las escuelas se preocuparan por identificar los problemas en los niños a tiempo.
Actualmente en muchos países, se han puesto en práctica procesos de diagnóstico educativo para identificar y tratar, lo más temprano posible, distintos tipos de dificultades escolares y de esta manera bajar los índices de fracaso escolar.

Hace más de una década, un equipo de académicos de la Universidad Nacional, integrado por Sharon Woodburn, Harry Fernández, Carlos Boschini, Heidy Ceciliano, Fanny Rodríguez, Teresita Camacho y Elizabeth Zúñiga, se dieron a la tarea de investigar y posteriormente impulsar una serie de diagnósticos en niños con alto riesgo en el ámbito educativo, o sea aquellos niños con mayores posibilidades de sufrir alguna condición orgánica o ambiental que dificulta o impide su progreso dentro del proceso de aprendizaje.

Sharon Woodburn, señaló que la idea fue no solo detectar a los niños en alto riesgo de fracaso escolar, sino el de ofrecer una intervención a tiempo para evitar, en la medida de los posible, un problema que resultara en fracaso escolar.
Esto es posible, dijo Harry Fernández, solo mediante diagnósticos realizados en los primeros años de preescolar y escolar. Precisamente este tipo de diagnóstico preliminar permite definir eficazmente, el punto de partida de las experiencias educativas posteriores, sean éstas remediales o preventivas.

Carlos Boschini, comentó que el proceso de diagnóstico generalmente esta compuesto por dos fases: la preliminar o sondeo general y la clínica individual y específica.

El diagnóstico preliminar, dijo, Boschini,  es el primer paso en el proceso de enseñanza o en la determinación de las adecuaciones curriculares. Este tipo de diagnóstico se logra con pruebas de corta duración –entre los 20 y los 30 minutos- aplicadas a toda una población preescolar y escolar.

“Los resultados de casos positivos, o sea aquellos niños con posibles dificultades de aprendizaje, son confirmados o rechazados posteriormente mediante un diagnóstico clínico por profesionales altamente calificados”, indicó Boschini.

Predictivo

Según afirmó Harry Fernández, los resultados que arrojan las pruebas, permite tomar decisiones que por lo demás son monumentales en la vida de los niños y su familia, porque si están equivocadas, afectarán todos los aspectos del desarrollo del pequeño, tanto como el ambiente psico-emocional familiar.

De ahí la necesidad de que las pruebas de diagnóstico, tengan un alto valor predictivo en los procedimientos del diagnóstico temprano.

Woodburn y Fernández, comentaron que toda prueba de diagnóstico busca acercarse lo más posible al ideal de predecir cuáles niños y niñas van a tener dificultades para lograr la meta propuesta, en este caso, ganar todos los años del I Ciclo lectivo, y cuáles la van a alcanzar.