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Archivo de la noticia: Abril 2010


Por el desarrollo de Malagueto

 

Docentes de la Universidad de Chiriquí e investigadores de la UNA, el ITCR y la UNED, se reunieron con pequeños productores de la comunidad de Malagueto, en Barú Panamá, durante una gira con el fin de crear un proyecto binacional transfronterizo de desarrollo local.

 


 

Tras la partida de la compañía bananera hace 20 años, el poblado fronterizo de Malagueto, en Barú Panamá, sucumbió ante la pobreza extrema. Sus pocos habitantes aún están a la espera de una mano que los apoye para el desarrollo productivo y social.

La visita a la región bananera de Malagueto formó parte de la gira de campo que programaron los docentes de la Facultad de Economía de la UNACHI, en el marco del taller para la creación de un proyecto binacional transfronterizo de desarrollo local, junto a especialistas en el tema de regionalización de la UNA, TEC y UNED.

Los docentes panameños recalcaron que Malagueto, en la región de Barú, será una de las poblaciones que se beneficiará con las iniciativas de desarrollo productivo que se esperan implementar en la zona para el crecimiento local. En esta oportunidad los académicos de la UNACHI realizaron un FODA con algunos productores como parte de los acuerdos alcanzados en la encerrona con los investigadores costarricenses.

Los tiempos de bonanza y prosperidad quedan tan solo en el recuerdo de más de 300 familias que aún habitan la desolada zona bananera de Malagueto, región fronteriza al sur de Costa Rica, abandonada en 1990 por la Chiquita Land Company. Hoy en día, en medio de la pobreza extrema sus pobladores solo cuentan con una producción primaria de subsistencia y con la incertidumbre de no saber si la tierra que cultivan y habitan les pertenece o no.

Los pobladores de Malagueto no cuentan con servicios básicos como luz y agua potable; viven de lo que la tierra les depare cada día y no cuentan con la asesoría técnica para sembrar diversos cultivos. Algunos con mejor suerte tienen unas pocas vacas y unos cuantos cerdos. Otros apenas y colocan unos cuantos tubérculos en el mercado local de David una vez a la semana.

Por la naturaleza de su producción, en la mayoría de las ocasiones son víctimas de los intermediarios. En una oportunidad un comerciante de David ofreció comprar cerca 300 plátanos a ¢2.000, casi $4, cuando en el mercado local, el precio del plátano ronda menos de un dólar la unidad.