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Archivo de la noticia: Febrero 2015


De hombres y comidas rápidas

 

Un estudio realizado por estudiantes de Ciencias Biológicas entre jóvenes universitarios encontró que los hombres consumen “comida chatarra” con más frecuencia que las mujeres.


 

Un universitario frente a una gaseosa, una hamburguesa o unas papas fritas. Esa escena es más frecuente en ellos que en ellas. Así se desprende de un estudio realizado por alumnos de la carrera de Biología de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (UNA). “La investigación la hicimos en los meses de octubre y noviembre del año pasado, entre 174 estudiantes, en la soda ubicada en las instalaciones de esta escuela”, explica Daniela Porras, una de las autoras del trabajo en mención.


Al evaluar la frecuencia con la que se consume la “comida chatarra”, el 58.3% de los hombres afirma que lo hace de una a tres veces por semana. En el caso de las mujeres, el porcentaje es cercano al 40%. Sus estómagos no son los únicos afectados, sus bolsillos también. El estudio encontró que por cada mujer dispuesta a pagar entre 6 mil y 9 colones por semana en ese tipo de comida, hay dos hombres.


Acerca de las preferencias por estos alimentos, casi una tercera parte de los entrevistados aseguró que los ingieren debido a la rapidez para ser adquiridos y la facilidad de ser consumidos, condiciones claramente explotadas en medios publicitarios. “La tendencia de la mujer por cuidar más de su salud, y sus mayores conocimientos en el arte culinario, la preparación de alimentos por ejemplo, probablemente terminan por explicar estos resultados”, asegura Mónica Zamora, otra de las protagonistas de la investigación.


La llamada “comida chatarra” son alimentos “ricos en energía, con un alto contenido de azúcar, grasas, sal y con bajo aporte de nutrientes, lo que puede provocar trastornos en la salud, como la obesidad y la diabetes”, enfatiza Catalina Vega, otra de las responsables del estudio.


Este trabajo forma parte de un grupo de miniproyectos, desarrollados dentro del curso de bioestadística, impartido por el biólogo tropical Óscar Ramírez. Entre ellos destacan iniciativas científicas cuyo objeto de estudio va desde los murciélagos, las lombrices, los pulpos y las hormigas.

 

“Con estos trabajos en grupo, queremos que el estudiante genere conocimiento e información útil para la gente, que la ciencia tenga aportes prácticos para la sociedad y, de paso, fomentar en ellos la capacidad de comunicar al público en general, en un lenguaje sencillo, los hallazgos, sus implicaciones, y la interpretación de cada conclusión”, sostuvo Ramírez.