Decepción, tristeza, fracaso, amor… Explore la naturaleza de las relaciones humanas junto a “Gaviotas”, obra que se presentará del 22 de octubre al 1º de noviembre en el Teatro Atahualpa del Cioppo.
El ser humano es ante todo un ser social, que ama, odia y se relaciona con los demás; en esta compleja red de interacciones surge la insatisfacción, la soledad, el temor a la vejez y el aburrimiento que se desarrollan en la obra clásica Gaviota, escrita por Antón Chejov en 1859 y que los estudiantes de IV nivel de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional (UNA), traen al escenario en su adaptación denominada “Gaviotas¨, dirigidos por los académicos David Korish y Erika Mata.
La obra original se coloca dentro de una Rusia agraria en un momento de grandes convulsiones sociales, pero el trasfondo de la obra es en realidad la naturaleza de la comunicación humana.
“Trata de las relaciones de la pareja, de una madre con su hijo, de la imposibilidad de mantener relaciones transparentes. De esta manera, la columna vertebral del texto, aquello que se compone de una serie de relaciones donde el amor mutuo resulta imposible por el conflicto constante de intereses propios, se fortalece, y de cierta manera se horizontaliza ya que todos asimilan la metáfora principal de ser una gaviota sacrificada por el amor no correspondido”, explicó Korish.
“Gaviotas” debutó durante el X Encuentro Internacional de Escuelas Superiores de Teatro, en la ciudad de México del 5 al 10 de octubre, posteriormente se presentará del 22 de octubre al 1 de noviembre en el Teatro Atahualpa del Cioppo de la Escuela de Arte Escénico, de jueves a sábado a las 7 p.m. y domingos a las 5 p.m. La entrada es gratuita.
Uno a uno
Los estudiantes se prepararon desde abril para mostrar al público personajes ficticios cargados de emociones tan reales que lleven al espectador a encontrarse con su cotidianidad, y para ello, han superado sus propios retos.
Masha es el prototipo de mujer insatisfecha, sometida por gusto a una vida sin amor. En la obra es interpreta por Shirley Benavides. “He ido tratando de descubrir al personaje, es un reto porque cada día descubro algo más de esa personalidad que está llena de colores”.
Juan Manuel Blanco encarna a dos personajes Medvedenko y Trigorin, el primero un maestro de escuela y el segundo un literato de gran éxito pero infeliz. “Uno se hace una primera impresión de los personajes, pero conforme avanza en la creación queda poco de ese primer retrato y van tomando vida a algo más cotidiano”.
“Para mí lo más difícil fue no juzgar al personaje, tenía mucha resistencia, por qué hacía lo que hacía, eran muchas preguntas hasta que pude entender al personaje”, explicó Sebastián Portuguez, quien representa a Tréplev, joven apasionado y sin éxito, incipiente escritor teatral.
José Gabriel Araya comparte la interpretación del personaje Trigorin, y le da vida a Sorin. “Ha sido importante el desarrollo de diferentes técnicas corporales y vocales, hay que saber elegir el material que queremos usar e incluso la parte ética es fundamental”.
Nina, la aspirante a actriz que es seducida y luego abandonada por Trigoin es Caterina Ariza, para quien su mayor reto es entender las decisiones de su personaje. Y finalmente Karla Barquero interpreta a Arkánida, una actriz madura y egoísta, y la madre de Tréplev.
Creación
En el curso Taller Creativo, dirigido por Erika Mata, los estudiantes tienen la posibilidad de usar su cuerpo, mente y emociones como ensambles para la expresión. “Lo complejidad de esta era posmoderna en la que nos desarrollamos nos hace entender que no somos estructuras lineales sino redes con mayores capacidades creativas como elementos de comunicación, que se expresan no solo a través de físico, sino que involucra también la mente y nuestras emociones”.
