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Reconocimiento al arte y las letras universitarias

Académicos, egresados y una jubilada de la Institución, fueron anunciados el pasado 5 de febrero entre los galardonados con Premios Nacionales de Cultura, sus creaciones artísticas y literarias dejaron huella en el 2019.

 

Nunca dejar de ser aprendiz

Instalaciones, grabados, pinturas, ensambles y esculturas, dieron vida a El aprendiz, exhibición con la cual el académico Adrián Arguedas, de la Escuela de Arte y Comunicación Visual (EACV-UNA), obtuvo su cuarto Premio Nacional Aquileo Echeverría (1994, 2004 y 2007), esta vez en la categoría Tridimensionales.

El jurado reconoció “una destreza tanto conceptual como técnica en una propuesta introspectiva, inteligente, y que reflexiona sobre un trasfondo identitario, trayéndolo a lo contemporáneo, visibilizando su hibridación y sincretismo de manera efectiva”.

Arguedas es Licenciado en Artes Plásticas con especialidad en grabado de la EACV-UNA, cuenta además con una especialización en grabado por la Escuela Municipal de Bellas Artes de Lorient, Francia y con una maestría en Artes Plásticas por la Universidad de Miami, Florida, Estados Unidos.

Con El aprendiz, exhibida en los Museos del Banco Central, Arguedas cuestiona ¿Quiénes somos? “Siempre he tenido interés por la cultural popular, eso se acrecentó en la época de los 90 y más a partir de 1998 cuando volví de trabajar en los Estaos Unidos y me interesé en esos procesos de transculturización, esa influencia de las grandes empresas sobre nosotros. Entonces ¿quiénes somos? Yo traté de dar una aproximación desde mi entorno inmediato de quiénes somos los costarricenses, siempre planteado como una interrogante desde lo prehispánico, lo colonial y lo contemporáneo”.

Arguedas trabaja en la actualidad con la académica Marta Rosa Cardoza en la presentación de Valle oscuro, una exhibición sobre la comunidad de Barva de Heredia y sus mascaradas en la identidad latinoamericana.

 

“Déjennos pasar”: El clamor de los migrantes

Con la obra “Déjennos pasar”,  que pone en evidencia la dimensión  política y humana del fenómeno de las migraciones en Centroamérica, el escritor Guillermo Acuña, académico del Instituto de Estudios Sociales en Población de la Universidad Nacional (Idespo-UNA), obtuvo el Premio Nacional Aquileo J. Echeverría 2019 en la rama de ensayo.

“Esto es como un empuje, como una puerta que se abre para seguir visibilizando”, afirmó Acuña, sociólogo y especialista en procesos migratorios en la región centroamericana.

“Mientras haya muros y fronteras, el tema hay que seguirlo trabajando”, subrayó, luego de recordar que el problema de las migraciones continúa, tal como lo muestran las recientes movilizaciones en colectivo de centroamericanos, ocurridas a inicios de este año.

Y es que tampoco cesan las problemáticas que aquejan  a los países centroamericanos, las cuales obligan a las personas a emigrar de sus países de origen e incluso poner en riesgo sus vidas, en la búsqueda de mejores condiciones.

“El tema responde a una actualidad urgente que se encuentra deformada por toda clase de prejuicios y estereotipos”, destaca el veredicto del jurado.

La obra –publicada por Amagord ediciones- contribuye precisamente a derribar estereotipos, al retratar la realidad que da origen a las migraciones en Centroamérica y permitir al lector “ponerse en los zapatos” de estos seres humanos, que sufren y sienten.  Así lo refleja la diversidad de fuentes que presenta Acuña, entre ellas poemas y otros textos de migrantes, como resalta el jurado.

Transformación

Una exposición de alrededor de 10 piezas de cerámica que recrean prendas de vestir lleva a la reflexión sobre la fragilidad del ser humano y sus hábitos de consumo. “Fragmentos” creada por Andrés Retana, académico de la Escuela de Arte y Comunicación Visual, recibió el Premio Nacional Francisco Amighetti en Otras Categorías, donde el jurado destaca una propuesta “con una factura que le permite al artista explorar una vía para insertar la cerámica en el arte contemporáneo costarricense, y que supera el carácter que tradicionalmente ha tenido este material con una gran congruencia discursiva”.

El artista utilizó una técnica conocida como “gaza perdida”. Las prensas de vestir son bañadas en arcilla y cocinadas a altas temperaturas, al quemarse la tela, la pieza de cerámica queda con las marcas exactas de la prenda.

“Las propiedades de la cerámica nos permiten hablar sobre la fragilidad de los seres humanos y de alguna manera cuestionarnos sobre nuestros hábitos de consumo. Yo quise dejar una mirada antropológica, de cómo se verían las cosas en el futuro, la transformación de estos materiales. ¿Qué está pasando ahorita en una época de excesos?”.

Retana tiene 29 años y en su corta carrera ha tratado de impulsar el trabajo con la cerámica. “Este es un gran logro para mi, siempre he sido propulsor del campo de la cerámica contemporánea, visibilizar esta disciplina más allá de lo artesanal, lo que no significa que esto último no sea válido. Este es un incentivo para seguir trabajando en esta área, así como en la investigación artística”.

 

 

El maestro

En abril anterior, se marcaba un hito histórico para el jazz costarricense, la Orquesta de Jazz del Centro Costarricense Norteamericano, obtenía elprimer lugar en el New Generation Jazz Competition que se realizó en California, Estados Unidos. El artífice de este logro fue su director Carlomagno Araya, académico de la Escuela de Música de la Universidad Nacional. Recientemente, el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio Nacional de Música en Dirección, “por el encomiable profesionalismo que logró catapultar de un nivel propio de estudiantes, a un nivel profesional competitivo cara a cara con los grandes ensambles de jazz”.

Este premio en dirección musical representa un gran estímulo para seguir trabajando aún más fuerte en el desarrollo de la educación del jazz y sus prácticas pedagógicas en mi bello y querido país. Para tratar de cerrar la brecha de conocimiento que existe con respecto al nivel de la educación de este género musical en el extranjero. La Universidad Nacional me está dando esa oportunidad también y por eso estoy aquí en Costa Rica desde hace ya tres años y medio”.

Araya ha presentado álbumes nominados a varios Grammy, ganando el "mejor álbum de música del mundo" y "el mejor álbum contemporáneo tropical" con "Mundo" de Rubén Blades (Sony). "Mejor álbum de salsa / merengue" con "Son del alma" (Sony) de Willy Chirino, y una nominación al Grammy con "Sensual" de Roberto Perera. Recientemente fue reconocido por la revista Forbes como uno de los artistas más creativos de la región. 

 

 Luces protagonistas

Álvaro Piedra fue el diseñador de iluminación del espectáculo escénico interdisciplinario y multimedia Cicatriz, presentado en el marco del 45 aniversario de la Escuela de Danza, por su aporte, el Ministerio de Cultura le otorgó el Premio de Mejor Diseño de Plástica Escénica “porque construye, a partir de los recursos, un diseño de luz con del que se consigue un ambiente coherente, limpio y expresivo para el desarrollo de la coreografía”.

“Este premio no es solo para mi sino para el trabajo que se hizo desde la Escuela de Danza y la Compañía de Cámara Danza UNA bajo la dirección de la profesora Nandayure Harley para hacer una gran obra. La iluminación no es precisamente lo principal en una obra, sino que ayuda a que se cuente de la mejor manera a través de los bailarines dirigidos en este caso por Nadayure, es apoyar el trabajo para que se pueda mostrar un tema tan fuerte como lo es la violencia de una manera artística y sutil”, dijo Piedra.

Cicatriz, reflejó críticamente la violencia de género hacia las mujeres y los femicidios en Costa Rica, desde un proceso artístico interdisciplinario, cuyo punto de partida fue la cicatriz que dejan las múltiples violencias que viven las costarricenses y que se transmutan según sus historias de vida y contextos

Huella UNA

  • Académica jubilada de la Universidad Nacional, Ligia Rosales Chacón obtuvo el Premio
  • de Investigación Cultural 2019, por su trabajo “Después de los mitos la leyenda, RafaelChávez Torres”, mediante el cual rescata el aporte a la historia musical costarricense de este maestro, quien fuera compositor del El Duelo de la Patria.

 

  • Yul Gatgens egresado de la Escuela de Danza de la Universidad Nacional obtuvo el Premio de Danza Mireya Barboza a la mejor Dirección Coreográfica por Amantes flamantes, “por entregar una obra con personalidad, libertad, desenfado irreverente, en reconocimiento del uso creativo y sorprendente de los recursos a su disposición”.

 

  • Michell Canales, egresada de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional compartió el Premio Ricardo Fernández en la categoría de Mejor diseño escénico por el espectáculo La Balada post futurista de los moluscos, junto a Norman Fuentes, Francesco Bracci y David Rojas.