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Cuando el mensaje es la persona

En su madre Reina Orellana Midence, su padre Gerardo Fonseca Bolaños, su hermana Mariel y sus mascotas (Coco y Campanita), Carlos encuentra el apoyo incondicional que le permite alcanzar aquello que anhela.

A veces Carlos no lo puede creer: cuando termina de impartir una charla se le acercan personas para expresarle, de varias formas, cómo hubieran querido una vida similar a la suya: con su seguridad, su actitud y tanto apoyo de su familia.

“Yo me río con Mami porque no entiendo cómo, si he tenido que sufrir una enfermedad degenerativa (atrofia en la médula espinal), alguien ha deseado la vida que yo tengo; es algo loco tener ese deseo”, lo dice con incredulidad, aunque él mismo sabe las respuestas: “he tenido una enfermedad degenerativa, pero he sido feliz”. La clave es sencilla—aclara—“es cuestión de actitud y de uno tomar las riendas para tener una vida plena, de éxitos y cuando (los demás) ven eso, es como si creyeran que mi enfermedad no contara o no fuera trascendental”.

Carlos proviene de una familia creyente de la que ha adoptado la fe en Dios. Un buen día—cuenta—tuvo su conversación personal con Dios siendo aún ese adolescente que busca respuestas en la privacidad. Y de lo que extrajo de esa “plática” cimentó su motivación, su esperanza.

Es un creyente, pero de los que ejercitan el axioma “A Dios rogando y con el mazo dando”. Desde su observación razona que indistintamente del dios en el que se crea, no basta con esperar de él el milagro para lograr propósitos. “Necesitamos atravesar un proceso, pero no nos damos cuenta de que tenemos el recurso, que debemos poner el esfuerzo para conseguir eso que esperamos, aunque muchas veces las personas solo nos quedamos esperando.”

Carlos Fonseca Orellana, de 25 años, se juramentará como licenciado en la carrera de Administración, tras un esfuerzo de 7 años, en las ceremonias de graduación que se harán de forma virtual en el período del 8 al 15 de noviembre. Tomará el juramento de servir a la patria junto a 1156 graduandos más de la Universidad Nacional (UNA). Su empeño lo llevó a recibir, en 2014, la mención al mérito estudiantil de la UNA por su ejemplo de lucha contra el entorno y por su historia de superación personal.

Nota relacionada: Carlos Fonseca Orellana. Mención al mérito estudiantil 2014

De familia, amigos y otros arraigos

La formación que recibió en su hogar, sus modales, el reconocimiento de que uno forma parte de un engranaje y la idea de que el servicio a los demás es a la vez servicio a sí mismo, le han permito afianzarse con éxito en la vida y en su relación con los demás.

También atribuye su crecimiento a la familia, conformada por su padre, su madre y su hermana: “me ha demostrado su verdadero amor, me ha servido a la hora de alcanzar mis metas y mis sueños, cuando no he tenido las fuerzas”. Y junto al núcleo familiar, ampliado por sus siete tíos y primos, los amigos, porque está convencido de que es solo al lado de las otras personas como se alcanza el éxito personal y colectivo.

Es de Santo Domingo de Heredia y tiene tanto arraigo por esta tierra natal como su bisabuelo Pedro Segundo Federico de la Trinidad Fonseca Castillo, quien vivió sus 103 años en el cantón herediano. En esta misma comunidad Carlos completó su primaria (Escuela Félix Arcadio Montero) y su secundaria (Colegio Santa María de Guadalupe o Samagú); y es aquí mismo donde ya pone en práctica las habilidades blandas empresariales que aprendió en la Escuela de Administración, a través de talleres que imparte a personas adultas mayores y atletas del Club de Tenis. Su práctica profesional también lo ha llevado, como estudiante asistente, a dictar charlas en colegios técnicos profesionales e incluso a alguna organización en Honduras, país de origen de su madre, Reina Orellana.

Cuando habla de aquello que más lo conmueve, no lo piensa: compartir su tiempo con las personas; le encanta recibir visitas, aunque se extiendan por todo el día. Su paso por la universidad también le permitió despertar a otra afición: el hábito por la lectura, especialmente aquella sobre habilidades blandas y no solo por tener relación con su carrera, sino porque le permite conocer nuevas herramientas para acercarse a los demás. De hecho, confiesa ser muy empático con el dolor, la angustia y las preocupaciones de las personas con quienes se relaciona.

Tras el estrés que implicó escribir la tesis, aceptó la recomendación de ver series de televisión a través de Netfllix; le apostó entonces a la ciencia ficción, al suspenso, la fantasía y, solo a veces, a la comedia. “Estoy empezando a desarrollar el hábito por el descanso”, una práctica que se complementa a la perfección con aquella otra afición de niño: la de ver filmes de ciencia ficción, como X Men y Star War, cuyos personajes de colección conserva desde hace más de 20 años, junto a sus dinosaurios, aviones y carros en miniatura.

Mientras la vida transcurre, Carlos no se detiene, está convencido de que todos somos un mensaje andante; ahora está en busca de opciones para dar servicio profesional donde pueda desarrollar esas habilidades acumuladas.

 

II GRADUACIÓN UNA 2020

8 AL 15 de noviembre

Estudiantes inscritos 1157

Solo se realizarán actos de juramentación vía web

Estudiantes deberán ingresar con su clave personalizada al sitio web institucional

Tras la juramentación la UNA entregará diplomas a través de Correos de Costa Rica

Quienes no se inscribieron para esta juramentación podrán hacerlo en la siguiente

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Foto de portada:

Convencido que lo más importante en la vida es ayudar, Carlos Fonseca imparte talleres sobre habilidades blandas, como lo hace con el Club de Tenis de Santo Domingo. Fotos proporcionadas por el entrevistado Carlos Fonseca Orella.