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Archivo de la noticia: Agosto 2013


UNA por la inclusión de la población indígena

 

La  reciente graduación de 42 docentes indígenas visibiliza el trabajo sostenido realizado desde la División de Educación Rural del CIDE por garantizar la inclusión de la población indígena a la educación superior.


 

“Cuando hablamos de comunidades rurales, sobre todo indígenas, hablamos de comunidades que históricamente han sido discriminadas y excluidas de distintos procesos”, subraya Kenneth Cubillo, director de la División de Educación Rural (DER) del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (CIDE-UNA).


No por casualidad, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos indígenas y tribales establece la obligación de los estados firmantes de promover “la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos”, así como el mejoramiento de sus condiciones de vida y de trabajo y su nivel de salud y educación.


En esa dirección han ido las solicitudes de esta División –respaldadas por las instancias pertinentes y las autoridades universitarias- para eximir de la prueba de admisión a grupos de indígenas de interés institucional quienes, habiendo aprobado su bachillerato en Enseñanza Media, han optado por seguir la carrera de Educación con énfasis en Educación Rural I y II ciclos.


Geográficamente alejadas y sin acceso a material didáctico básico y condiciones mínimas  para estudiar,  las escuelas y escasos colegios en estas comunidades están en franca desventaja cuando se trata de ofrecer una educación de calidad.  


A esa situación de exclusión se enfrentan los pueblos indígenas y por eso la UNA se ha ocupado de llevar adelante un proceso de inclusión, el cual –según aclara Cubillo-  no tiene la intención de darles a ellos más facilidades, sino en garantizar que tengan las mismas oportunidades que todos los demás de acceder a la educación universitaria.


Este proceso de inclusión se multiplica, ya que los indígenas que obtienen su título como docentes ejercen su profesión en escuelas de sus comunidades, donde aportan a coterráneos sus conocimientos en las materias regulares, así como en lengua y cultura.


Y es que en su labor de formación de docentes rurales, la DER tiene una larga trayectoria de respecto a la identidad social y cultural, costumbres, tradiciones e instituciones de los pueblos indígenas, que se refleja en la adecuación del currículum que deben realizar los académicos para adaptarlo al contexto. La mayoría de los estudiantes deben recorrer grandes distancias a pie o en bus, e incluso atravesar ríos para llegar a clases cada sábado y así lo comprenden los profesores de la DER.


Noemy Mejía, indígena maleku quien fuera en los años 90 estudiante de la carrera y hoy funge como docente de la DER, tiene su vivencia a flor de piel… “Era extraordinario cómo los profesores de la DER lograban contextualizar el curriculum. Se las ingeniaban para que nosotros pudiéramos explotar nuestra cultural, cosmovisión, costumbres, tradiciones, cuentos y leyendas e integrarlos en los talleres”.


“Son muchas cosas que imperan por encima de la academia o que hacen de la academia una educación más humana, una educación con el corazón”, afirma el director de la DER, quien junto a Noemy, Jonathan Arce y demás académicos de la DER, asumen hoy la tarea de formar docentes para seguir contribuyendo en el proceso de inclusión de las comunidades indígenas y rurales más vulnerables.