Tras un periodo de remodelación, la Explanada 11 de abril de la UNA no solo luce una nueva cara sino que ha cumplido con el propósito de recuperar un espacio de encuentro estético y funcional.
El lugar que congregó a tantas generaciones de universitarios y fue, durante mucho tiempo referente de acontecimientos universitarios de trascendencia, se ha remozado y con una estructura renovada y acogedora invita nuevamente a la comunidad estudiantil, universitaria y herediana a hacer de este espacio un lugar de encuentros y coincidencias. Tras nueve meses de remodelación la Explanada 11 de abril de la Universidad Nacional (UNA) no solo luce una nueva cara sino que ha cumplido con el propósito de recuperar un espacio tanto estético como funcional.
Adrián Chaves, arquitecto del Área de Planeamiento Espacial de la UNA, quien estuvo a cargo de la obra, indicó que esta remodelación era vital, ya que con el paso de los años su deterioro era notorio, lo cual repercutía en espacios vacíos y una mala imagen para la institución. “Al abordar el proyecto nos percatamos de otras necesidades implícitas del espacio, como era recuperar el valor histórico de las antiguas instalaciones de la Escuela Normal Superior y el carácter cultural de la plaza, tanto para la institución como para la comunidad”, destacó Chaves.
La Explanada 11 de abril, con una extensión cercana a los 2.000 metros cuadrados, requirió de una inversión de fondos institucionales de más de ¢210 millones para remozar su imagen, conservando sus características principales, pero de una forma agradable y ordenada, acorde con las necesidades institucionales. Los trabajos de remodelación arrancaron en abril de 2012 y se entregaron de forma parcial en diciembre pasado. Se espera hacer la entrega de la obra en su totalidad próximamente.
Las vías de acceso peatonales no solo se mantuvieron sino que se ampliaron, tal es el caso de la vinculación con el Centro de Estudios Generales. Además, se reforzó el área de maniobras para vehículos de emergencias, tales como bomberos y ambulancias, así como la construcción de rampas y texturas antideslizantes en los pisos.
Las obras realizadas se enfocaron en la canalización de tuberías de aguas pluviales, cableado eléctrico de redes y red telefónica; construcción de muros de contención, jardineras, gradas, iluminación y demás obras civiles; colocación de nueva superficie de piso, rampas y gradas, enchapes con piedra arenisca amarilla en muros y jardineras; instalación de mobiliario urbano (bancas, postería de iluminación, etc.), así como remodelación interna y externa del Centro para las Artes (CPA), específicamente camerinos y servicios sanitarios adecuados.
Chaves explicó que un aspecto relevante en esta remodelación es la escultura de Omar Dengo que formalmente marca el eje en donde se generan los diferentes elementos urbanos de la explanada como las jardineras y los pasillos. De ahí que el busto de Omar Dengo, colocado en la Explanada 11 de abril, se encuentra viendo hacia lo interno de la Explanada para recalcar el hecho de ser el vigilante por excelencia de la institución.
Otra de las mejoras contempladas en esta obra fueron los muros de contención que se diseñaron en la hondonada cercana a la explanada 11 de Abril. A la vez, en el diseño se rescata la identidad gráfica como lo es el uso de los triángulos.
