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Archivo de la noticia: Setiembre 2013


Tecnología GPS marca el ritmo en el deporte

 

Los equipos de tecnología GPS para medir el rendimiento y desgaste físico ya son utilizados por la selección mayor de fútbol en sus entrenamientos, por medio de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida.


 

Conocer el rendimiento y el desgaste en tiempo real del atleta en la pista o el futbolista en el terreno de juego durante un partido es el nuevo aporte que la tecnología GPS pone al alcance de los deportistas de élite a nivel mundial, la cual ya se utiliza en nuestro país, por medio de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (CIEMHCAVI-UNA).

Randall Gutiérrez, académico del CIEMHCAVI y parte del equipo científico del Programa Ciencias del Ejercicio y la Salud (PROCESA) comentó que recientemente la escuela adquirió varios dispositivos de tecnología satelital, con los cuales los entrenadores y preparadores físicos podrán optimizar el rendimiento de sus deportistas.

Dicho equipo llegó a la UNA en diciembre del 2012 y en la actualidad es utilizado para medir el rendimiento de la selección mayor de futbol, de otros equipos de fútbol de la I División y de otros atletas de alto rendimiento del país, quienes a partir de ahora estarán a la altura de grandes potencias mundiales deportivas, las cuales se benefician de estas tecnologías para lograr un buen desempeño en las competencias o torneos internacionales.

Gutiérrez destacó que se trata de tres dispositivos o sensores en uno: El primero es un sensor GPS que al encenderlo se conecta de forma directa con tres satélites que indican no solo la posición del sujeto, sino que tiene la capacidad de grabar el recorrido sobre el terreno de juego y medir las distancias con las cuales se desplaza el deportista, lo cual queda registrado en el aparato.

Cuenta además con un acelerómetro, responsable de medir velocidades, aceleraciones e impactos, que complementado con la información brindada por el GPS, indica la velocidad del individuo, si se cayó o hasta si lo golpearon, y es capaz de calcular indicadores de carga o fatiga corporal alimentando fórmulas matemáticas con los datos medidos.

“Todo esto son variables de suma importancia para determinar lo que es la fatiga que provoca el ejercicio que realiza en ese momento la persona. En el pasado nos preocupábamos más por saber en un laboratorio cuál era su capacidad máxima en velocidad, flexibilidad y consumo de oxígeno pero en escenarios artificiales; ahora con estas tecnologías nos interesa saber bajo cierta carga física, sea un partido de futbol o una rutina de entrenamiento, qué tanta fatiga provoca este ejercicio y con base en esa información integrada y en el escenario real donde el sujeto se desenvuelve, elaborar las rutinas de entrenamiento para que el deportista adquiera una mejor preparación y condición física”, explicó Gutiérrez.

El tercer componente es un medidor de la frecuencia cardiaca que en lugar de enviar señales a un reloj de pulsera como es lo habitual, transmite al dispositivo GPS el dato. La frecuencia cardiaca es una variable fisiológica que no solo indica si la persona está en un esfuerzo apropiado para el tipo de ejercicio, sino que brinda información sobre la recuperación que tiene el atleta después de haber tenido una aceleración máxima, así como el grado de fatiga.

La inversión hecha para adquirir esta tecnología no solo estará a disposición del deporte de rendimiento, pues ya el grupo de investigadores de PROCESA se está complementando con otros Proyectos de CIEMHCAVI para poner a disposición los equipos GPS para investigaciones en donde interesa saber por ejemplo, si la cantidad de ejercicio que realizan los niños escolares durante una clase normal de educación física en suficiente para preservar su salud, o para determinar el volumen, intensidad y carga corporal que presentan los pacientes del Programa de Rehabilitación Cardiaca fase III durante sus sesiones de ejercicio y saber si es la apropiada.

Gutiérrez destacó que ya están en la fase final para instalar un pequeño laboratorio de química clínica, la clínica de fisioterapia deportiva, así como un moderno y completo equipo de ultrasonido para poder realizar imágenes en tejidos musculo-esqueléticos entre otras. Además se realizan las gestiones para el ingreso de otros equipos de última tecnología como la Tensiomiografía y cámaras térmicas.