La semana anterior cerró con la noticia de que el valor del dólar se ubicó en 530 colones. El monto fue superior a los 523 colones de la semana precedente e incluso mayor al comportamiento que ha tenido desde enero de este año.
Sectores productivos se han manifestado con optimismo y prevén un alza en su valor, que vuelva a encauzar sus expectativas hacia una mejora en los ingresos que perciben, principalmente aquellos vinculados con el mercado exportador y turístico, cuyos ingresos los reciben en dólares.
Estos sectores han levantado la voz por la pérdida de competitividad que dicen sufrir, lo que ha conllevado a pérdida de empleos, con un tipo de cambio que roza los 500 colones por dólar, principalmente en los meses de marzo y abril.
Sin embargo, para esta segunda parte del año, la perspectiva no apunta a que el tipo de cambio se encarezca más allá y más bien tendería a la baja, de acuerdo con el criterio de especialistas.
“Probablemente volvamos a tener una caída en el dólar para ubicarnos en un margen que oscile entre los 510 y 525 colones en lo que resta del año”, previó Leiner Vargas, economista del Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe), de la Universidad Nacional (UNA).
¿Cuáles serían las causas de este comportamiento hacia la baja? Antes de analizarlo, es importante anotar que desde julio de 2023 la cotización de la divisa estadounidense comenzó una tendencia hacia el descenso. En ese mes, el valor promedio de la moneda se ubicó en 544 colones hasta llegar a los 501,9 colones, de acuerdo con el más reciente Informe Mensual de Coyuntura Económica del Banco Central de Costa Rica (BCCR) a junio de este año.
El exceso de dólares en una economía como la costarricense, impulsada por un récord en la Inversión Extranjera Directa (IED) y la recuperación del sector turístico con más llegadas de visitantes, justifican el hecho de una mayor circulación de la divisa. Se suma además la emisión de los eurobonos (deuda externa extranjera), que autoriza la colocación de hasta 5.000 millones de dólares.
El hecho de que el dólar haya mostrado cierto nivel de crecimiento en su valor se explica por cuestiones coyunturales. “Para el segundo trimestre del año se preveía que íbamos a tener una menor oferta de dólares producto de que entraríamos en la llamada temporada baja de turismo. También, las inversiones de las empresas se realizan principalmente en el periodo de época seca, lo que ha llevado a una devaluación del colón que se ubica entre los 15 y los 20 colones”, manifestó Vargas.
Expectativas
De cara a los dos últimos trimestres del año, Fernando Rodríguez, coordinador del Observatorio Económico y Social de la Escuela de Economía de la UNA, no visualiza situaciones extraordinarias que alteren el comportamiento estacional del valor del dólar en el mercado cambiario.
Para el especialista, en setiembre y octubre podrían propiciar un nuevo incremento moderado en su valor, en vista de que habría más escasez de dólares, pues en ese periodo las empresas encargan los productos para sus inventarios de cara a la temporada de fin de año.
No obstante, hacia final de año ese movimiento tendería a revertirse, principalmente porque, ante el pago de los aguinaldos, las empresas buscarán colonizar sus ganancias, y es en ese momento cuando el tipo de cambio tendería de nuevo a bajar. “Me parece que vamos a ver algunos vaivenes normales dentro de este comportamiento. No hay evidencia, por ahora, de que haya algo que mueva al tipo de cambio más allá de esos ajustes coyunturales”, enfatizó Rodríguez.
Si por el lado de la oferta no existen distorsiones, por el lado de la demanda en colones tampoco habría cambios abruptos. Uno de los factores, a nivel doméstico, que influye radica en que a pesar de que el Banco Central ha disminuido su Tasa de Política Monetaria (TPM)—hoy se ubica en 4,75%—,esta reducción no se ha trasladado aún a las tasas activas (por las que se pagan los préstamos) en los bancos comerciales del país.
Para Leiner Vargas, este aspecto hace que para las personas siga siendo caro acceder a créditos en colones, por lo que la oferta se mantiene restringida y eso evita que su valor crezca. Esta situación se compensaría hacia final del año con el inicio de la temporada alta del turismo, lo que volvería a la tendencia de un “colón fuerte”.
A pesar de ello, tanto Rodríguez como Vargas coinciden en que predecir lo que pueda ocurrir con el tipo de cambio no puede preverse con certeza. Uno de los factores que señala el académico del Cinpe es que el país carece de control sobre la política monetaria en dólares y mucho de ello va a depender de las decisiones que tome la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
“Lo que pase con el dólar a nivel global nos va a repercutir. Lo que está pasando es que está perdiendo competitividad frente a otras monedas. Economías emergentes como Brasil y la India se han salido del canasto de lo que llamamos la oferta en dólares y han comerciado en sus propias monedas”, agregó Leiner Vargas.
Las próximas elecciones en Estados Unidos y la decisión de si va a permanecer en el poder el partido Demócrata o si asume el partido Republicano puede darse un golpe de timón o dar continuidad a la política del Fed. De igual manera, Fernando Rodríguez, indicó que un recrudecimiento de conflictos globales (Rusia-Ucrania, o Israel contra Hamás y países aliados) podrían alterar, por ejemplo, el mercado petrolero y, a su vez, influir en la factura que el país paga por esta materia prima, la cual paga en dólares.