El Proyecto Aprender y Enseñar en Contextos con Tecnologías Emergentes: Visión Prospectiva, realizado por la División de Educología del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la Universidad Nacional (UNA), aborda la preparación del profesorado para enfrentar los desafíos que plantea el futuro de la educación. El estudio, con una proyección hasta el año 2035, evalúa cómo las tecnologías emergentes afectarán la formación docente en América Latina en el contexto post-pandemia.
El proyecto se basa en una revisión de literatura científica entre 2018 y 2022, que analiza 492 estudios sobre la integración de las tecnologías en la enseñanza. De estos, se seleccionaron 48 investigaciones clave. Los resultados destacan la necesidad de mejorar la competencia digital docente en áreas como la protección de datos, creación de contenido y el fomento de habilidades digitales entre los estudiantes, especialmente en América Latina, donde persisten importantes brechas en la implementación de tecnologías en la educación.
El análisis identificó que las futuras tendencias en educación apuntan a modelos híbridos de enseñanza, el uso intensivo de datos para decisiones académicas y nuevos sistemas de certificación de aprendizajes. Para preparar al profesorado ante estos cambios, el informe recomienda que las instituciones educativas adopten políticas claras sobre la formación tecnológica docente, desarrollen estrategias pedagógicas innovadoras y realicen investigaciones sobre metodologías que integren el uso de tecnologías en el aprendizaje activo.
Además, el estudio presenta cuatro escenarios posibles para la integración de tecnologías emergentes en la formación docente:
· Escenario fatal: retroceso en la formación digital, limitando el avance educativo.
· Escenario alterno: progresos y retos que mantienen un equilibrio inestable.
· Escenario tendencial: crecimiento progresivo condicionado a varios factores.
· Escenario optimista: La División lidera la innovación educativa.
Para avanzar hacia un cambio positivo, el informe plantea la necesidad de políticas universitarias que estandaricen la formación digital, vinculen la teoría con la práctica y adapten las metodologías a las características del perfil digital de los estudiantes.
Este estudio establece un camino claro para las instituciones educativas que buscan preparar a sus docentes para un futuro educativo cada vez más digital y tecnológico.