Con una visión renovada del desarrollo económico y su impacto en la sociedad y en el bienestar de las personas, autoridades, académicos, colaboradores, personas estudiantes y fundadores celebraron el 45 aniversario de la carrera de Economía de la Universidad Nacional (UNA).
En una mezcla de orgullo por la labor realizada desde hace más de cuatro décadas y con la ilusión de hacer un aporte sustantivo hacia el desarrollo en los años venideros, se conmemoró ca esta actividad, en el edificio de la Facultad de Ciencias Sociales.
“El desarrollo mismo de la UNA lo propició esta unidad académica, porque desde muy temprano atendió la importancia de avanzar en investigaciones tendientes a la creación de un pensamiento económico costarricense, unificando la teoría y la praxis, a través también de la extensión. Fue así como tuvimos la ambición de capacitar a nuestro cuerpo docente para que tuviesen una visión renovada de los impactos políticos y sociales en las ciencias económicas y su constante evolución en un mundo cada vez más cambiante”, manifestó el rector de la UNA, Francisco González Alvarado.
En medio de esa tarea, el rector de la UNA identificó los dos retos que actualmente enfrenta la Escuela: contribuir, desde la Universidad, a implementar un pensamiento científico orientado a superar los grandes problemas de la humanidad, vinculados con el crecimiento de los indicadores de desigualdad y pobreza e incidir directamente en la toma de decisiones del país hacia una construcción de política pública para la transformación social.
“Es una labor que realizamos todos los días con propuestas pertinentes en materia fiscal y de reactivación económica, con tendencias innovadoras que contribuyan a dinamizar el comercio, que promuevan la generación de empleo, la productividad y un mejoramiento igualitario en la calidad de vida de las y los costarricenses”, enfatizó González Alvarado.
Incidencia amplia
El director de esta Escuela, Jorge Andrey Valenciano, destacó la vinculación cercana que ha tenido esta unidad académica a partir de las labores de investigación y extensión en los que participan sus docentes.
“Es así como hemos trabajado de la mano con sectores de pescadores, ganaderos, agricultores, pero también con la formulación de criterios en cuanto a proyectos de ley que se conocen en la Asamblea Legislativa o directamente en el Consejo Universitario”, manifestó Valenciano, con profunda emotividad en sus palabras.
Uno de los aspectos que además resaltó el director es que, sumado al esfuerzo por procurar la excelencia y la criticidad, se forman personas integrales que están plenamente comprometidos con el ejercicio ético de la profesión, para lo cual—señaló—son fundamentales los procesos de autoevaluación y de rendición de cuentas que deben hacer año con año.
De vuelta a las raíces
Así como de promisorias fueron las palabras de José Pablo Retana, estudiante y presidente de la Asociación Economía, fue también meritorio recordar las luchas que conllevaron al surgimiento y posterior consolidación de la Escuela, en manos del primer director, Jorge Arturo Chaves y de su primer director de carrera, Saúl Weisleder.
“Nunca se me olvidará la conversación con el padre Benjamín Núñez, quien me llamó un día y me manifestó su interés de que formara un equipo de economía que tuviese cabida dentro del área de ciencias sociales. Y me convenció. Seguimos una línea académica de excelencia y de coherencia hacia un compromiso con las clases menos favorecidas”, manifestó Chaves en su exposición.
Para Weisleder, es motivo de orgullo cada vez que logra reconocer a una persona graduada de la Escuela de Economía, en el ejercicio de sus funciones profesionales. “Me parece que hemos cumplido con ese propósito inicial de que fuesen profesionales críticos, pero con una visión clara”, destacó.
Finalmente, el decano a.i. de la Facultad de Ciencias Sociales, Guillermo Acuña hizo un recuento con los nombres de grandes maestros y maestras que, en el campo de la Economía, contribuyeron a su propia formación profesional y a la de los estudiantes que a lo largo de estos 45 años le han otorgado ese rol protagónico a la Escuela, en procura de un desarrollo económico con enfoque social.
