Se dice que el futuro del desarrollo planetario considerará a la energía atómica. Y ese tema fue el eje central de un modelo de simulación que estudiantes de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA) pusieron en práctica, el pasado 23 y 24 de octubre.
En el auditorio Cora Ferro, 87 estudiantes asumieron roles específicos para simular una sesión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), constituido en 1957, y cuya sede principal está en Viena, Austria. Junto con ellos, se contó con el trabajo de 15 estudiantes más que conformaron el equipo técnico organizador.
El estudiante Gabriel Guerra estuvo al frente de la mesa principal presidiendo la Junta de Gobernadores. En ella, hubo al menos una persona estudiante que representó la delegación de alguno de los 30 países convocados a la sesión, incluyendo a Costa Rica.
“Desde hace seis meses iniciamos con este proceso, que se formuló como una idea y que poco a poco fuimos dando forma junto con el equipo de apoyo. A ellos y ellas les agradezco mucho poder vivir esta experiencia y a la Universidad por la oportunidad. Se trata de poner en práctica conocimientos y habilidades que serán fundamentales en el ejercicio futuro de la profesión”, reconoció Guerra.
Aunque en todo momento dio crédito de la actividad a las personas estudiantes, detrás de toda la implementación de esta simulación está el trabajo de la académica de la Escuela de RI, Kristy Crawford.
“Consideramos oportuno tratar un tema que fuese relevante, innovador y necesario. Entonces, aunque aquello que esté relacionado con la energía nuclear lo podamos ver como algo muy lejano a nuestra realidad, lo cierto es que este es un factor decisivo cuyo aprovechamiento puede darnos réditos en áreas vinculadas con la salud y el desarrollo humano a futuro”, manifestó Crawford.
Tanto es así que en el país existe la Comisión de Energía Atómica, entidad pública descentralizada que fomenta las aplicaciones y el desarrollo de programas de investigación científica para el desarrollo de la tecnología nuclear.
Su presidente, Esteban Picado, asistió a la sesión de clausura de la simulación, y reconoció que se trata de una propuesta pionera nunca vista en América Latina, por la temática abordada.
“El futuro inevitablemente va a construirse con lo nuclear. Es un camino que salva vidas, genera riqueza, va a estar vinculada con el desarrollo de las tecnologías 5.0 y va a llevarnos a explorar la posibilidad de que los seres humanos puedan residir en el espacio”, ejemplificó el experto, quien es decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNA.
Roles
La mecánica se planteó de forma tal que las personas estudiantes asumieran alguno de los tres roles de delegados establecidos. El delegado principal fue quien representó a un país ante la Junta de Gobernadores y defendió su posición.
Estuvo también el delegado de enlace, quien, como su nombre lo establece, tercia en el debate entre la Junta de Gobernadores y la redacción final de los documentos de las resoluciones que se someten a votación.
Finalmente, estuvo el delegado técnico de negociación, persona responsable de llevar adelante el diálogo de manera informal con las delegaciones de los otros países.
Para esta experiencia académica, la Escuela de Relaciones Internacionales también giró la invitación a participar a estudiantes de secundaria. Fue así como se logró la asistencia de representantes de los colegios Blue Valley School y el centro educativo bilingüe Nueva Esperanza, ambos ubicados en Heredia.
Fue de resaltar además la presencia de estudiantes de las sedes regionales de Sarapiquí y de Liberia, quienes fueron parte de la simulación, así como del campus Omar Dengo.
“Realizar actividades de simulación ha sido parte de la cultura institucional de la Escuela de Relaciones Internacionales, la cual se ha caracterizado por fomentar la realización de ejercicios prácticos con estudiantes para que discutan temas de pertinencia global”, aseguró el director de la Escuela de RI, Marco Vinicio Méndez.
Tanto él como la académica Kristy Crawford coincidieron en un elemento crucial de esta metodología: el hecho de que los propios estudiantes aprendan sobre habilidades blandas, técnicas de negociación, manejo del estrés y el desarrollo de competencias necesarias en el ámbito del ejercicio profesional de la carrera.
“Los estudiantes van a salir de aquí y van a comentar en sus casas, y con sus familiares, la experiencia que vivieron. Y ese efecto de apropiación que deseamos incentivar entre los jóvenes para que este tipo de discusiones, lejos de ser ajenas para ellos, puedan ser parte de su diario vivir”, aseguró Crawford.