Una de las misiones fundacionales de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional es la validación permanente del derecho constitucional a la libre manifestación. Es, además, un deber ciudadano expresar el malestar social, las inquietudes y demandas de las personas estudiantes y de la sociedad en su conjunto.
Como representantes de una comunidad universitaria con fundamento humanista, no respaldamos ningún acto que atente contra la integridad física de las personas, dentro o fuera de la comunidad estudiantil. En consonancia, rechazamos categóricamente cualquier acusación infundada que intente etiquetar al movimiento estudiantil (ME) como violento o promotor de posiciones ajenas a los derechos humanos, acusaciones que solo intentan desviar la atención de la opinión pública de los verdaderos problemas que afronta el sector educación y de la naturaleza legítima de nuestras acciones y objetivos como estudiantes, comprometidas y comprometidos con el progreso y el bienestar social.
Una cosa es real. Un Gobierno que dice tener apertura al diálogo pero en la práctica no se ha evidenciado, que impide el libre acceso de la prensa a instituciones públicas, que sus personeros no ofrecen declaraciones en vivo de un proceso transparente como la negociación del presupuesto universitario y que busca la polarización; se expone a que la ciudadanía busque manifestar su descontento a través de distintos medios, entre ellos la protesta. La emergencia que presenta la educación pública costarricense y que venimos denunciando sistemáticamente, merecerá toda nuestra atención hasta que se atienda como corresponde.
Hacemos un llamado urgente al diálogo constructivo como vía indispensable para resolver diferencias y avanzar hacia soluciones que beneficien a todo el sector educación. Esto significa, entre otras cosas, que la ministra de Educación Anna Katharina Müller respete la autonomía del Movimiento Estudiantil, propicie el sano entendimiento y defienda como corresponde el presupuesto de la cartera que lidera. Seguiremos alzando la voz por un presupuesto para la educación pública que sea justo, digno y constitucional.
Reiteramos: creemos firmemente en la importancia de un diálogo franco y abierto, donde todas las partes involucradas puedan expresar sus puntos de vista de manera constructiva y trabajar juntas hacia el beneficio común de la educación costarricense. La actual ministra como hemos denunciado no ha sido capaz de resolver la crisis y debe hacerse a un lado, como lo hemos solicitado la FEUNA, la Asamblea Legislativa con su voto de censura y diversos actores sociales del país.
¡Violencia es recortar becas, servicios de alimentación y transporte y no atender la emergencia que vive la educación y como consecuencia la niñez, adolescencia y juventud de nuestro país!