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Archivo de la noticia: Setiembre 2014


Escuelas abren mercado a agricultura familiar

 

En el marco de un proyecto impulsado por la FAO, la Escuela de Administración capacita a pequeños agricultores para abrirse paso en el mercado escolar, contribuyendo así a la nutrición de la población infantil.


 

Centros educativos y pequeños agricultores del distrito de Frailes, en el cantón josefino de Desamparados, se han convertido en un claro ejemplo de los frutos que rinden las alianzas estratégicas.

 

Impulsados por  un proyecto de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), estos dos sectores claves para el desarrollo nacional inclusivo, han hecho contacto con miras a lograr beneficios mutuos: una opción de mercado para los pequeños agricultores y una alimentación nutritiva para la población escolar.


La Escuela de Administración de la Universidad Nacional (EDA-UNA) se suma a esta alianza –a la par de otras entidades públicas- constituyéndose en una pieza fundamental, al capacitar a familias agricultoras y a integrantes de las juntas escolares, “a unos para que sepan vender y a los otros para que sepan comprar”, como lo resume Dunnia Marín, quien junto a Álvaro Madrigal, conforma el equipo académico coordinador del proyecto por parte de la EDA.


Como parte de un proyecto piloto, alrededor de 35 pequeños productores de verduras, hortalizas y frutas de Frailes concluyeron recientemente seis sesiones de capacitación en temas como presupuesto, planificación de la producción para garantizar el flujo permanente de los alimentos frescos a los centros escolares, inocuidad y procedimiento de venta de productos al centro agrícola de la zona. 


Y es que uno de los criterios que utiliza la FAO para seleccionar los sitios participantes en esta iniciativa es el nivel de organización de los agricultores, por lo que los centros agrícolas se convierten en la figura administrativa esencial a través de la cual ellos venden sus productos a los centros educativos y a los Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI), que también forman parte de esta alianza estratégica.


También los integrantes de la junta de educación de la Escuela Cecilio Piedra –donde se forman 225 estudiantes- participaron en talleres impartidos por la EDA, donde se sensibilizaron sobre la agricultura familiar y recibieron capacitación sobre  los pasos del proceso  de licitación para la compra de productos frescos al centro agrícola.


Desde inicios del curso lectivo 2014, la Escuela Cecilio Piedra realiza los pedidos de frutas y verduras al Centro Agrícola de Frailes, cuyos representantes identifican a los productores idóneos para proveer los productos solicitados, con lo que se benefician pequeños agricultores de la zona, quienes antes estaban desmotivados por no tener mercados para sus cosechas.


“A nadie le hace gracia invertir y no recuperar la inversión”, afirma Giovanni Calderón, gerente del Centro Agrícola, quien considera que el proyecto impulsado por la FAO abre grandes posibilidades de mercado para las familias agricultoras de la zona.


También se ha iniciado la relación comercial con el CEN-CINAI del distrito y el de la localidad de Bustamante,  así como con la Escuela Manuel Padilla.


De acuerdo con Calderón, el monto de la venta de verduras y frutas a estos centros asciende aproximadamente a ¢300 mil semanales. Con las escuelas se suscribió un contrato anual, lo que garantiza que los productores que provean los productos solicitados obtendrán ingresos a lo largo de ese lapso. En el caso de los CEN-CINAI no hay un contrato; no obstante, ambas partes han convenido en mantener la relación comercial de aquí en adelante.


“Al asegurarles un mercado constante, se traduce en un ingreso permanente, de manera que hay un impacto económico en estas familias que dependen de la venta de productos agrícolas”, subrayó Dunnia Marín, de la EDA. 


Por su parte, el académico Álvaro Madrigal, quien tuvo a su cargo los talleres de capacitación, destacó entre los beneficios del proyecto la eliminación del intermediario, lo que permite mejores precios tanto para los agricultores como para los centros educativos, así como el pago inmediato y de contado al momento de la comercialización de los productos.


Para el gerente del Centro Agrícola de Frailes, Giovanni Calderón, la idea es continuar estableciendo contacto con mayor número de escuelas y centros de nutrición de la región, con lo que cada vez más pequeños agricultores podrán resultar beneficiados.


Y si los agricultores obtienen beneficios para la economía familiar, los escolares y niños asistentes a los CEN-CINAI reciben beneficios para su salud. Marín y Madrigal resaltan el beneficio nutricional que representa para los niños consumir productos frescos, inocuos y de calidad.


No por casualidad, la alianza con la EDA se enmarca en una iniciativa más amplia de la FAO denominada “Fortalecimiento de los programas de alimentación escolar en el marco de la Iniciativa América Latina y Caribe Sin Hambre 2025”,  la cual busca fortalecer los programas de alimentación escolar, promover el desarrollo de la agricultura familiar, la seguridad alimentaria y nutricional, y el desarrollo rural sustentable.


A través de una alianza con la Escuela de Administración y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la FAO impulsa la capacitación de agricultores familiares para el desarrollo de capacidades de gestión productiva.


El proceso de capacitación,  que dio inicio como proyecto piloto en  el distrito de Frailes, en Desamparados con la formación de 35 pequeños agricultores, tiene el objetivo de contribuir a un manejo eficiente y rentable de la unidad productiva familiar, y a la vez promover la producción sostenible y la seguridad alimentaria. Próximamente se ofrecerá la capacitación a agricultores familiares de Pérez Zeledón y San Vito de Coto Brus, con la posibilidad de extenderse a más zonas del país.